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No hay distinción de industria, sea en empresas de servicios, salud, retail o de manufactura y logística, los mexicanos trabajan fatigados. Laborar en esta condición está lejos de sólo perjudicar a los individuos, sino que entraña un costo para las organizaciones mexicanas. Un costo que quizá éstas no han dimensionado y para el cual no se vislumbra una solución próxima.
Éste es uno de los resultados más relevantes de un estudio titulado Fatiga en las Organizaciones en México, realizado por Kronos Latinoamérica, con el objetivo de entender la manera en la que la fatiga y el agotamiento de los colaboradores produce afectaciones.
Entre sus principales hallazgos está que los trabajadores mexicanos están fatigados principalmente por la carga de trabajo excesiva o por el exceso de tiempo extra que trabajan: 54% de los directivos en recursos humanos encuestados sobre el tema apunta a que estos colaboradores, al trabajar agotados, impactan primeramente en la productividad de las empresas (53% sostiene esta afirmación).
“Lo que sucede es que en México trabajamos demasiado y cuando vemos esto, pensaríamos que entonces somos muy competitivos, pero no es así”, explica Jaime Cardoso, director de marketing Latam de Kronos.
Ésta es una realidad laboral que lastima. En 2016, en promedio los mexicanos laboraron 2 mil 255 horas, siete más que el año anterior, según cifras contabilizadas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). Al hablar de comparaciones, en Dinamarca trabajaron mil 410 horas, es decir, poco menos de 40% menos que en México.
Sin embargo, no sólo es que trabajemos más sino que producimos menos. Y esto tampoco es nuevo. La productividad laboral media del país ha estado estancada desde los 80, explica Roberto Newell, director fundador del Instituto Mexicano para la Competitividad, en un texto sobre el tema.
“En un día, el mexicano promedio produce menos de la cuarta parte de lo que produce un trabajador americano”, asegura el especialista.
Esta diferencia explica el por qué los ingresos de los mexicanos son más bajos, y lo más preocupante, señala el autor, es que esta brecha no se está cerrando sino al contrario.
“No por más horas de trabajo somos más competitivos, sino al contrario, tenemos demasiada carga de trabajo y eso está ocasionando fatiga en los empleados”, explica Jaime Cardoso.
Siguiendo con la comparación entre México y Dinamarca, mientras el primero está en el lugar 51 en el Índice de Competitividad Mundial realizado por el Foro Económico Mundial; el segundo se encuentra en el sitio 12.
Pero, ¿qué es la fatiga? “La fatiga se define como un estado disminuido de la persona por cuestiones físicas o mentales”, explica el especialista de Kronos.
El problema es profundo, porque no sólo los trabajadores mexicanos trabajen agotados, sino que, esencialmente, a su labor no le ven sentido. “Los empleados no ven cómo su rol se vincula con la estrategia de la compañía. Esto es realmente preocupante porque hay personas que van a trabajar y no ven que ellos están conectados con la empresa”, dice el especialista.
Los empleados no sienten un vínculo, es decir, no se encuentran ni motivados ni comprometidos con la empresa. Esto es un riesgo también, no sólo para los trabajadores sino para las organizaciones. En este aspecto, por desgracia, el país no es excepción ni foco rojo.
De acuerdo con la medición más famosa al respecto, la realizada por la consultora global Gallup, a escala mundial sólo 13% de los trabajadores están comprometidos con su labor.
Gallup sostiene que “el mundo tiene una crisis de compromiso de los empleados”, la cual trae “serias y potenciales repercusiones para la economía global”. El resto de este 13%, no está comprometido o está “activamente desinvolucrado”. Esto significa que no sólo no tienen un vínculo con su empresa, sino que son infelices, improductivos y propensos a propagar la negatividad en el ambiente laboral en el que se desempeñan. Según el estudio de Kronos, 19% siente que su rol no está vinculado con la estrategia de la empresa.
Aunado a esto, existe otro problema: Los colaboradores no sienten que el equipo con el que trabajan esté realmente capacitado para desempeñar el trabajo.
O en la realidad, este equipo no existe y están trabajando solos y haciendo lo de otros cargos también. 15% de los profesionales de recursos humanos resalta esta razón como la más importante que agota a los empleados mexicanos.
¿Un mal jefe?
Como parte de los resultados de esta encuesta, 7% de los profesionales en recursos humanos piensa que ésta es una razón que cansa a los colaboradores. ¿Qué piensan los empleados de las demás áreas? Según otro estudio de Kronos, al preguntarles el resultado fue que 42% piensa que los jefes agotan a los empleados.
Es decir, que las empresas no están conscientes de qué tanto sus cabezas están contribuyendo a la fatiga de sus propios colaboradores.
La fatiga también se relaciona con la rotación laboral. Mientras que en Estados Unidos esta situación es la que más genera que las personas dejen su trabajo (50% lo piensa), en México no tiene tanto peso.
¿Por qué? Porque la gente no se va de sus trabajos por esta razón, sino que necesita el trabajo y se queda laborando ahí y se fatiga, o en el caso de que se vaya, se va tarde y mientras tanto, sigue laborando demasiadas horas.
El costo para las organizaciones
Los impactos de la fatiga son variados y van desde accidentes hasta ausentismo, baja productividad y afectación del clima laboral.
La gente está cansada por trabajar tantas horas que falta, provoca accidentes, solamente calienta el asiento, realmente no adelanta, está de malas y enrarece el clima laboral.
Este último aspecto se relaciona también con el compromiso laboral. Estos trabajadores no lo sienten, así que —como apunta la encuesta de Gallup— pueden volverse propensos a propagar su negatividad a su alrededor.
¿Cómo impacta esto a las organizaciones? Uno de los aspectos que se ven afectados, es, precisamente, uno de los principales: Las ganancias. Un estudio de Gallup encontró que las organizaciones que tenían en promedio 9.3 empleados por cada empleado activamente desvinculado, experimentaron un crecimiento de sus ganancias por acción en 147% más comparadas con su competencia. Según Kronos, las empresas que tienen un buen clima laboral tienen tres veces más ingresos que no lo tienen y 2% más de rentabilidad.
Si de por sí es grave la situación, lo es más que las organizaciones no estén haciendo nada al respecto. “No hay una medición clara de la fatiga por parte de las organizaciones en México”, sentencia el especialista. Si no hay medición, no hay claridad del problema y mucho menos, visos de solución.
Por supuesto, la responsabilidad de que los empleados estén tan cansados recae en las organizaciones. Éstas no están midiendo la cantidad de trabajo que les asignan ni tampoco definen bien los roles de sus empleados, además, les pagan mal, lo cual también contribuye a que estén fatigados. “El poco salario se aúna a todas las demás razones por las que los empleados mexicanos están fatigados”, sostiene Jaime.
En este sentido, por desgracia, no hay nada de qué extrañarse. El salario mínimo mexicano es uno de los más bajos del mundo y no alcanza para comprar lo necesario para alimentarse. A esto se le suma que no son pocos los que lo ganan. El número de trabajadores que ganan uno o hasta dos salarios mínimos ascendió a 24.5 millones, es casi la mitad de la población ocupada. Su fatiga no es nada extraño.