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Impresionar a alguien que se dedica a hacer entrevistas de trabajo no es fácil, simplemente por probabilidad. ¿Cuántas personas entrevistará a la semana un reclutador? ¿Al día? ¿Al mes? Seguramente son muchas. Pero incluso hoy, en un mundo en el que la tecnología está cambiando también ocurre con la manera de contratar y se hace cada vez más compleja, pero hay actitudes de un candidato que siempre causarán una buena impresión.
Ahora bien, ¿necesitas prepararte para impresionarlo durante una entrevista? Sí, necesitas hacerlo, investigar sobre la empresa y pensar en tus fortalezas, debilidades, y en qué esperas del puesto, pero no sin dejar de ser tú.
Suena muy básico y casi lógico, pero hay quienes se esfuerzan por y dejan de lado su autenticidad para tratar de convertirse en el candidato ideal que los reclutadores están buscando. Por supuesto, lograrlo es algo imposible y no sólo eso, sino que puede resultar contraproducente porque lo falso se nota.
“Es importante ser naturales. Eso genera confianza y ése es el punto de partida para el establecimiento de una relación. Lo que buscamos es hacer un match entre esa persona y la organización”, explica Norma Godínez, directora de recursos humanos de Kelly Services.
Entre las labores de los especialistas en recursos humanos está la de encontrar a un candidato que no sólo tenga las habilidades técnicas sino que también encaje con la cultura de la organización y si no muestras tu verdadera personalidad, este proceso muy seguramente no tendrá un buen término.
En este mismo sentido, hacer una conexión personal con el reclutador será una gran forma de acercarte. “Conversé con un candidato que se refería a mí por mi nombre una y otra vez durante una entrevista por teléfono que le hice. Después de sondear a varios candidatos por años, esta era la primera vez que un candidato hacía una conexión personal, la cual realmente lo hizo distinto a los demás”, explica una reclutadora en una recopilación en la que el sitio de empleo Monster le pregunta a varios reclutadores qué les impresiona de los aspirantes que entrevistan día con día. La recomendación es que tú como candidato le pongas personalidad al acercamiento y a todo este proceso de reclutamiento, ya que esto va a diferenciarte.
Que te la sepas
Si algo puede asombrar a un reclutador es que conozcas detalles sobre la organización para la que te estás postulando. Pero este es sólo el comienzo. Una gran impresión también se forma si conoces más detalles de la empresa, tales como su cultura organizacional y sobre sus movimientos en el mercado, por ejemplo, ya que esto demostrará que este proceso te interesa.
“Esto genera una muy buena impresión. Incluso desde el punto de vista de la vestimenta. Por ejemplo, una mujer que va a una entrevista a un centro de distribución en falda y tacones, puede incluso ser peligroso. Si investigas sabrás que ropa tendrías que llevar. Esto te habla del interés del candidato”, explica la reclutadora.
En esta recopilación de Monster, una directora de talento cuenta que un hombre que buscaba un puesto en un área de tecnología le explicó con detalles la manera en la que la empresa la utilizaba, tenía varias preguntas muy concretas y observaciones, lo cual demostraba que había hecho una gran investigación sobre la marca y que le interesaba ingresar a esa compañía.
Llega a tiempo
Por desgracia, en México una persona puntual impresiona. No solo porque para los mexicanos la puntualidad no es una cualidad, sino porque, sobre todo en la Ciudad de México, esta se vuelve casi una tarea imposible debido a las congestiones viales y a las manifestaciones que son cosa de cada día.
Para no llegar tarde, sé previsor y sal con la suficiente antelación para que si el Metro se retrasa, se te atraviesa una manifestación o el Metrobús está tan lleno que no puedes entrar, puedas buscar una alternativa sin tener que llegar tarde a la cita.
Y si es inevitable y vas a llegar tarde, ten la atención de avisarle a tu reclutador. ¿Que no pediste su teléfono directo? Tache. Este es otro detalle que causará una buena impresión.
Muchas veces ellos mismos olvidan dar cierta información importante, por ejemplo, por quién tienes que preguntar al llegar o incluso la dirección completa del lugar. Ser previsor y preguntar antes estos detalles te agrega estrellitas.
“Como reclutador a lo mejor no fui específico en la dirección, pero cuando el candidato se preocupa también por pedir esta información, es algo valioso que te va diciendo mucho del interés del candidato, da muy buena impresión que lo haga”, explica Norma Godínez.
Quítate la pena, pregunta todas tus dudas y llega con 10 minutos de anticipación a la cita.
Demuestra también este interés al responder de manera rápido y estar dispuesto, ya que esto también genera una buena imagen.
Según otra de las reclutadoras de Monster, los candidatos que le impresionan muy positivamente son aquellos que le responden a la comunicación cuando ellos se comprometen a ello (contesta la llamada o el correo el día que quedaste de hacerlo) y que responden positivamente cuando ella los trata de localizar.
“Estos candidatos son los que generalmente se quedan con el trabajo porque están trabajando muy de cerca conmigo y son muy accesibles. Esto demuestra que están muy interesados en la posición y que también son respetuosos de mi tiempo y de que yo necesito de ciertas cosas de ellos de manera muy rápida”, sostiene.
Las inteligencias importan
Se acabaron aquellas contrataciones en las que lo único que importaba eran las habilidades técnicas. Cada vez es más importante que los trabajadores sean inteligentes emocionales y situacionales, entre otras habilidades suaves que hoy se requiere en el mercado.
La inteligencia emocional es aquella que permite a la persona darse cuenta de los sentimientos de los demás, empatizar, así como manejar también estas sensaciones y las propias; en cuanto a la situacional, esta se refiere a la capacidad de relacionar información y aplicarla de manera eficiente a las experiencias pasadas, presentes y futuras. En fin, que necesitas demostrar otras habilidades además de las técnicas necesarias para el puesto.
“Por ejemplo, hoy en las oficinas conviven varias generaciones, y el candidato tendría que mostrar que puede trabajar con todas, por ejemplo, hablarle a un baby boomer de usted y a un millennial de tú, eso demuestra flexibilidad de pensamiento y de una habilidad para adaptarse a la situación”, señala Godínez. Esto les permite a los reclutadores saber también si te vas a adaptar a la cultura de la organización.
Relacionado también con las habilidades suaves, necesitas hablar sobre tus experiencias en positivo. Seguro te ha ido mal en algún trabajo, pero de eso no se tiene que enterar la persona que va a entrevistarte para este nuevo reto laboral. Por el contrario, hablar siempre en positivo —incluso de las experiencias que no han sido buenas en tu vida— hará que tu reclutador se quede con una buena impresión, porque esto va demostrar lo resiliente (qué tanto te repones ante las adversidades) que eres y cómo afrontas las adversidades y aprendes de ellas.
“Quizá tuviste alguna mala experiencia pero algo aprendiste de ella. Siempre te tienes que enfocar en lo que aprendiste, por mala que haya sido, tan mala como que no te hayan pagado”, asegura la especialista de Kelly Services.