Estados Unidos inició el viernes una segunda solicitud de consultas contra México mediante la invocación del capítulo 31 de Solución de Controversias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La solicitud del gobierno de Joe Biden asegura que el decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, emitido en febrero pasado para mantener la prohibición de importar maíz transgénico para consumo humano, afectará a los exportadores estadounidenses.
La primera consulta se llevó a cabo en marzo pasado, cuando Katherine Tai, titular de la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), solicitó este proceso bajo el capítulo 9 de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias del T-MEC.
La diferencia entre ambas solicitudes radica en que la primera consulta tuvo un carácter técnico y la segunda uno jurídico.
La nueva solicitud de consultas puede derivar en un panel arbitral y llega un día después de que 62 legisladores del Partido Republicano pidieron a la USTR iniciar un panel contra México.
El viernes, Katherine Tai argumentó que “Estados Unidos han transmitido repetidamente su preocupación de que las políticas biotecnológicas de México no están basadas en la ciencia y amenazan con interrumpir las exportaciones de Estados Unidos a México en detrimento de los productores agrícolas, lo que a su vez puede exacerbar los desafíos de la seguridad alimentaria”.
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Horas más tarde, la Secretaría de Economía de México respondió que defenderá con “datos duros y evidencia” la prohibición del uso de maíz transgénico para consumo humano durante las nuevas consultas.
Por su parte, el canciller mexicano Marcelo Ebrard calificó los paneles de positivos porque antes “Estados Unidos te aplicaba los aranceles y ya”, y recordó que se ganó un panel en las reglas de origen automotriz.
A su vez, el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, aseguró que “no hay controversia. Es un panel para llevar opiniones; es la oportunidad de llevar respuestas a las preocupaciones que tienen ambos países.
Para el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsac, “hay un desacuerdo fundamental con la posición que México ha tomado en torno a este problema de los biotecnológicos, los cuales han probado ser seguros por décadas”.
Añadió que harán valer sus derechos bajo el T-MEC para apoyar la innovación, la seguridad nutricional y la sostenibilidad, además de que buscan el éxito mutuo de los campesinos y productores agrícolas.
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Por su parte, el socio senior de Ansley Consultores Internacionales, Roberto Zapata, comentó que “este anuncio indica claramente no solo que las preocupaciones de Estados Unidos no pudieron ser resueltas mediante consultas técnicas al amparo del capítulo 9 del T-MEC, sino que las posiciones entre Estados Unidos y México sobre el asunto se mantienen alejadas”.
“De ahí la necesidad de iniciar un proceso de solución de controversias bajo el capítulo 31 del tratado. Es decir, Estados Unidos considera que la diferencia con México se tendrá que desahogar ahora mediante consultas jurídicas, y el eventual establecimiento de un panel arbitral”, agregó el especialista.
En tanto, el experto en comercio exterior, Jorge Molina, dijo que el tema tiene que ver, también, con cuestiones financieras porque los estadounidenses están definiendo financiamientos a la producción y exportaciones agrícolas, lo que tiene relación con los países a que venderán.
Finalmente, el exjefe negociador técnico del T-MEC, Kenneth Smith, dijo que “la discusión técnica se ha agotado a través de las consultas al amparo del capítulo 9 del T-MEC, y ahora habrá que ver si en las conversaciones en el contexto del capítulo 31, el gobierno de México estaría dispuesto a eliminar el decreto o hacerle cambios sustantivos para ya no imponer ningún tipo de restricciones al uso del maíz estadounidense en México”.
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mcc