El esparcimiento es un derecho que todos los ciudadanos tenemos y en la actualidad para muchos jóvenes es sinónimo de asistir a un concierto, al cine o bien a un centro nocturno. Sin embargo, este tipo de actividades tampoco han logrado salvarse de la inflación.
Cifras recabadas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef) en su revista Proteja su dinero indican que los precios de los boletos para conciertos aumentaron 7.7%, tasa que incluso se encuentra por arriba de la inflación, que fue de 5.1% el mes pasado.
La publicación cita datos de la Encuesta Nacional de Egresados 2021, que muestran que el sueldo promedio de 43% de los jóvenes va de 3 mil a 8 mil pesos. Ahora te preguntarás si esta diversión es un riesgo para el bolsillo.
De acuerdo con información del Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026 capítulo México, de PWC, la música en vivo en el país es un mercado que alcanzará 193 millones de dólares este año. Sólo hasta 2026 generará 209 millones y recuperará el valor que tenía en 2019, cuando llegó a 206 millones y todavía no irrumpía la pandemia.
Tras el gran confinamiento la oferta se multiplicó. Tan sólo en el segundo semestre de este año tenemos la visita de Depeche Mode, Taylor Swift, The Weeknd, Morrissey y el inicio de la gira de Luis Miguel, así como diversos festivales musicales.
Aunque puede haber entradas accesibles, el costo va a depender del artista y la demanda, ya que hay tarifas que van desde 500 pesos hasta los que alcanzaron más de 100 mil, sin contar los precios inflados que aparecen en la reventa de boletos.
Además de adquirir la entrada, hay gastos que deben llevarse a cabo cuando acudes a un concierto o evento deportivo. Lo ideal, como todo lo relacionado con nuestro bolsillo, es armar un presupuesto para no dañar las finanzas personales.
Sin duda, al ir a escuchar a tu cantante favorito es indispensable pensar en algún alimento, bebidas, traslados y los clásicos recuerdos.
Por ejemplo, para darle gusto al estómago seguramente se te van a antojar unos tacos, hamburguesas, pizzas, así como antojitos tipo crepas, palomitas o esquites y todo eso que suele hallarse en los conciertos. Los precios inician desde 60 pesos y hasta 240, un desembolso que se duplica si llevas un acompañante.
En cuanto a las bebidas, la cerveza es la más comercializada en este tipo de eventos, cuyo precio arranca desde 70 y llega hasta 160 pesos. Para aquellos que no beben, pueden pagar 45 pesos por un agua de 600 mililitros, 50 pesos por un refresco o más o menos la misma cifra si prefieren un café.
El traslado es otro de los gastos que se deben contemplar y más si el evento es por la noche. Por ejemplo, si llevas auto además de la gasolina, deberás pagar estacionamiento que puede alcanzar hasta 300 pesos. Sin duda, usar el transporte público te permitirá gastar menos, pero a la hora del regreso deberás pagar taxi o emplear una aplicación tipo Uber o DiDi, que seguramente te cobrará al menos 300 pesos.
Los recuerdos no pueden faltar. Si no, ¿cómo compruebas que fuiste al concierto? De acuerdo con datos recabados por la Condusef, los precios van desde 400 pesos por una playera, gorras de 380, sudaderas de 890 o tazas desde 300.
Otra recomendación que hace la comisión es adquirir los boletos a través de sitios oficiales y evitar páginas sospechosas para que no te estafen o roben tus datos personales y ni hablar de la reventa. Esa es bajo tu riesgo.
Además, sugieren guardar tu comprobante de compra para que en caso de fraude acudas a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Con tu presupuesto en mano, la institución sugiere que realices un ahorro específico para estos eventos, “aun cuando no sepas qué artistas visitarán tu ciudad”.
Si ya adquiriste tu boleto para algún concierto ahorra para los gastos que tendrás el día del evento, si es un festival asígnale viáticos para cada día y cúmplelo, recomienda la Condusef.