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Las remesas perdieron fuerza durante septiembre, pero el monto enviado por los mexicanos que viven o trabajan en el exterior, sobre todo desde Estados Unidos, ligaron cinco meses con flujo récord superior a 5 mil millones de dólares.
Durante el mes patrio, los ingresos que nuestro país captó por remesas familiares ascendieron a 5 mil 30 millones de dólares, un aumento anual de 14.1%, informó el Banco de México (Banxico).
Lo anterior significó una desaceleración respecto a los dos meses anteriores, cuando se registraron 5 mil 296 millones en julio y 5 mil 121 millones de dólares en agosto de 2022.
Se mantuvieron por arriba de la marca de los 5 mil millones de dólares por quinto mes consecutivo, y crecieron a doble dígito con 14.1% frente a 7.8% del mes anterior, reflejando la resiliencia que han mostrado, ponderó Banorte.
Incluso, el banco destacó que la suma de los últimos 12 meses alcanzó un nuevo máximo histórico de 57 mil 200 millones de dólares.
Por su parte, Banxico reportó que en septiembre se redujo el número de operaciones a 12.7 millones desde 13.7 millones que se realizaron para el envío de transferencias electrónicas en agosto.
No obstante, las remesas promedio que mandaron los paisanos a sus lugares de origen en cada envío subieron de 390 a 395 dólares entre agosto y septiembre.
De manera acumulada, es decir de enero a septiembre de 2022, los llamados “migradólares” totalizaron un monto de 42 mil 965 millones de dólares, mayor al de 37 mil 350 millones registrado en el mismo lapso de 2021, lo que implicó un alza anual de 15%.
El 99% del total de los ingresos por remesas durante ese periodo, se realizó a través de transferencias electrónicas, al ubicarse en 42 mil 542 millones de dólares.
Consideradas por el Banco Mundial como vitales para reducir los niveles de pobreza y desigualdad en países con economías en desarrollo, las remesas han sorprendido por el crecimiento mostrado desde la pandemia, debido a que, en lugar de verse limitadas, aceleraron su avance a partir de 2020.
Esto ha sido posible gracias a la recuperación de la actividad económica en Estados Unidos, donde reside cerca de 95% de la población migrante mexicana, lo que propició un avance significativo de los puestos de trabajo.
Desde el año pasado, se recuperó la pérdida de empleos de los mexicanos inmigrantes en Estados Unidos que ocasionó la crisis sanitaria, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla).
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