2025 marcará un punto decisivo para los líderes empresariales en México. Frente a la incertidumbre económica, los desafíos políticos y una dinámica global en constante cambio, será indispensable implementar estrategias innovadoras y resilientes que aseguren tanto el crecimiento como la estabilidad.
Adaptabilidad y resiliencia ante el clima de negocios incierto en 2025
De acuerdo con la última Encuesta de Expectativas Empresariales del IPADE Business School, realizada a más de 1,300 empresarios en México, las perspectivas económicas reflejan un sensible deterioro del ambiente de negocios. Aunque 62.5% de los encuestados prevé un aumento en sus ventas, apenas el 36.8% considera que este sea un buen momento para invertir, lo que representa una caida de 17.6 puntos porcentuales respecto a la opinión de los empresarios al inicio del 2024.
Las principales preocupaciones del empresariado mexicano son la incertidumbre política (37.4%), la inseguridad (32.6%) y la incertidumbre económica (25.5%). Estas condiciones exigen implementar estrategias que reduzcan los riesgos financieros, comerciales y operativos. En este contexto, la resiliencia empresarial se perfila como una herramienta esencial para superar los desafíos y adaptarse a un panorama adverso.
Oportunidades de negocio regionales, nacionales y globales
El optimismo empresarial se ha reducido en todo el país, aunque la intensidad varía según la región. En el Bajío (39.4%) y el Centro-Sur (36.5%), la minoría de los empresarios considera que es un buen momento para invertir, mientras que en el suroeste (49.1%) y el oriente de México (46.6%) son más optimistas. Esta diversidad regional destaca la importancia de adoptar estrategias localizadas que capitalicen las oportunidades específicas de cada zona. En cuanto a sectores económicos, se detecta un deterioro generalizado en el optimismo con respecto a 2023 y primer semestre 2024.
En el plano internacional, el nearshoring continúa siendo una de las principales oportunidades de crecimiento potencial de acuerdo con los encuestados. Un 48.3% de los empresarios lo identifica como una oportunidad clave, especialmente en el contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que según 44.1% de los encuestados abre posibilidades para las empresas mexicanas.
Por otro lado, la digitalización emerge como otro motor de crecimiento. Para 26.4% de los empresarios, adoptar tecnologías digitales no solo optimiza procesos, sino que también permite responder con mayor rapidez y eficiencia, creando ventajas competitivas. En un mundo donde la velocidad de respuesta es crucial, la digitalización deja de ser una tendencia para convertirse en un imperativo estratégico.
Optimismo a largo plazo y perspectiva económica
El estudio del IPADE revela que el optimismo empresarial tiene un horizonte mayoritariamente a largo plazo. El 45.8% de los empresarios espera que la estabilidad macroeconómica se consolide entre 2026 y 2028; y 26.3% la sitúa más allá de 2028. Solamente 27.9% tiene expectativas que se concrete en el periodo 2024-2026. Esto indica que la mayoría no percibe mejoras inmediatas, pero visualiza -¿o desea?- un futuro más estable a mediano y largo plazo.
En este escenario desafiante, la resiliencia, la innovación y la capacidad de adaptación serán esenciales para que los líderes empresariales trasciendan la adversidad y conviertan los retos en oportunidades de crecimiento.
Como señalaba Carlos Llano Cifuentes, fundador del IPADE, tomar riesgos es esencial en la labor empresarial. En 2025, este principio será aún más relevante para aquellos que busquen convertir la incertidumbre en crecimiento y la complejidad en ventaja competitiva.
Como coautores en la elaboración de este artículo participaron Alberto Ibarra Garza y Antonio Casanueva Fernández.
Los autores son profesores del IPADE Business School.