Considerados esenciales para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje, los libros de texto han subido más de precio durante este gobierno que en las dos administraciones anteriores.
Esto se relaciona con la carestía que se acumuló en el papel, cartón y tinta debido a la pandemia de Covid-19, así como los ajustes salariales y mayores costos logísticos, dijeron expertos a EL UNIVERSAL.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) vigila los libros de texto de nivel preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y profesional que se venden en 55 ciudades de todo el país.
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Los ejemplares acumulan una subida de 22.3% del 1 de diciembre de 2018 al 15 de julio de 2023, es decir, en los primeros 55 meses y medio de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El ajuste es mayor que en el periodo similar de la administración de Enrique Peña Nieto, cuando los libros de texto se encarecieron 17.6% del 1 de diciembre de 2012 al 15 de julio de 2017, mientras que en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa acumularon un alza de 21.2%.
La última vez que el bolsillo de los padres de familia sufrió una carestía mayor que ahora fue en el gobierno de Vicente Fox Quesada, cuando los ejemplares aumentaron 28.6% durante el lapso igual.
La crisis sanitaria trajo consigo problemas en las cadenas de suministro de papel, cartón y tinta que se reflejaron en los precios de cuadernos y libros, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
“Se vienen acumulando costos por la pandemia y ahora nos están cobrando con creces la factura de haber parado la economía, pues los negocios buscan la revancha por las pérdidas que sufrieron en los últimos años”, comentó el líder de la Anpec a esta casa editorial.
El suministro de insumos ya se comenzó a normalizar, pero continúa existiendo presión para subir los precios, ya que los procesos productivos se están encareciendo cada vez más por los constantes incrementos al salario mínimo y la energía eléctrica.
Cuauhtémoc Rivera también destacó el mayor costo de los servicios de transportes de carga federal relacionado con los incrementos de la gasolina y diesel, así como las cuotas de autopistas.
Inflación para todos
El Inegi encontró, por ejemplo, que en la autollamada Cuarta Transformación el libro de Álgebra, de Aurelio Baldor, publicado por Editorial Patria, subió de 380 a 449 pesos en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, mientras que el mismo ejemplar se encareció de 380 a 430 pesos en León.
Física Conceptual, de Paul G. Hewitt, publicado por Pearson Education para nivel preparatoria, aumentó de 500 a 761 pesos en la capital mexicana.
Mi Libro Mágico, de Carmen Espinosa, editorial Nori, para primaria con CD incluido, duplicó casi su precio de 189 a 299 pesos en Tijuana. El ejemplar Juguemos a Leer, de Rosario Ahumada y Alicia Montenegro, publicado por Trillas para preescolar, pasó de 235 a 325 pesos en Mérida.
El mismo ejemplar se incrementó de 220 a 325 pesos en la ciudad de Veracruz. Geometría Analítica, publicado por Conamat para preparatoria, se duplicó de 160 a 320 pesos en Morelia.
Durante la pandemia, los costos logísticos de abasto de materias primas y productos terminados provenientes de Asia se llegaron a multiplicar de 2 mil a 21 mil dólares por cada contenedor, comentó Diego Céspedes, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Artículos Escolares y de Oficina (ANFAEO).
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Destacó las maderas, celulosas, resinas y el mayor costo de mano de obra por las modificaciones al salario mínimo, así como la carestía de algunos energéticos, lo que se tuvo que trasladar al precio final.
La Anpec estima que los padres de familia tendrán un gasto promedio por alumno de 7 mil 200 pesos por concepto de útiles, mochila, zapatos, uniformes y cuotas escolares durante este regreso a clases, lo que significa un aumento de 30% con respecto al año pasado.
Esta situación obligará a contratar deudas, empeñar bienes y asumir compromisos que traerán mayores dificultades a la economía de los hogares mexicanos. Algunos padres, a causa de insolvencia y necesidad, terminarán comprando útiles, uniformes, zapatos y mochilas piratas, ya que son hasta 75% más baratos, expuso Rivera.