El gobierno federal ha basado el en la importación, la cual actualmente representa casi seis de cada 10 litros que los automovilistas mexicanos cargan en estaciones de servicio, según cifras de la Secretaría de Energía (Sener).

(Pemex) y jugadores del sector privado responden a las necesidades del país con compras al exterior, pues en mayo pasado, de una demanda total de un millón 200 mil barriles diarios de combustibles automotrices, 699 mil se trajeron sobre todo de Estados Unidos, lo que pone en evidencia que la autosuficiencia en combustibles prometida por el presidente Andrés Manuel López Obrador está lejos de lograrse.

A detalle, Pemex importa 43% de las gasolinas y el diesel que se venden, mientras el sector privado aporta 15%, para un total de 58%. El 42% restante, 500 mil barriles diarios provienen del Sistema Nacional de Refinación (SNR), que lleva 22 años con pérdidas financieras.

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Fuente: Secretaría de Energía (Sener)
Fuente: Secretaría de Energía (Sener)

A fines de 2018, cuando terminaba el sexenio anterior, las importaciones de combustibles se ubicaban en 85%, sobre todo por ineficiencias en refinación.

“El plan es que el año próximo [2024] no compremos gasolinas ni diesel en el extranjero, y que se procese aquí todo el petróleo crudo para darle valor agregado a nuestra materia prima, mantener precios bajos de combustibles en beneficio de los consumidores, como lo hemos cumplido”, dijo López Obrador en su Quinto Informe de Gobierno, en septiembre de 2023.

Sin embargo, los planes del gobierno se han ajustado conforme la nueva refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, y las coquizadoras en Salina Cruz y Tula se retrasaron.

Eso llevó a que a finales del mes pasado el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, afirmara que la meta de la autosuficiencia quedará para el próximo gobierno.

Panorama complicado

Para Abril Moreno, experta en el sector por la consultora Perceptia 21, entre las razones por las que la importación no disminuye figura que México no produce suficiente petróleo, que se extrae crudo pesado no óptimo para las refinerías nacionales, mismas que no se han reconfigurado, además de que está retrasada la refinería Olmeca.

En el caso de la participación del sector privado, Susana Cazorla, socia consultora de SICEnrgy destacó que estos jugadores llegaron para ampliar la competencia en ese negocio desde el sexenio pasado.

“Incluso se cambiaron muchas estaciones de servicio de Pemex a otras marcas, y cuando llega este gobierno se pusieron trabas para fortalecer a la estatal”, afirmó.

“BP y Shell tenían metas ambiciosas y se detuvieron los permisos a 2022, y 2023 no se renovaron. Otras empresas como Trafigura, que contaban con infraestructura, no recibieron permisos. No es posible dejar de importar y hay oportunidades para los privados porque México es un mercado inmenso y la producción no va a aumentar”.

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Mercado evoluciona

Entre las empresas privadas que tienen permiso para importar gasolinas y diesel a México están Exxon Mobil, Koch, Valero, Marathon y Shell, que recibieron autorizaciones de importación por periodos de 20 años en la administración anterior, cuando se abrió el mercado de las gasolinas al sector empresarial con la reforma energética.

En este gobierno, la Sener otorgó cuatro permisos de importación de gasolinas regular, premium, diesel y turbosina a la empresa Ingemar, de José Merino Valdés Cuervo y Ricardo Thomson Navarro.

Esta firma, al igual que Sener, aseguran que se entregaron los permisos en el marco de la ley, mientras la empresa reconoce en su portal que está en proceso de construir su red de importación.

Constituida en agosto de 2018, la empresa se había especializado en ingeniería civil y obras marítimas, entre otras.

Para Miriam Grunstein, académica asociada del Centro México del James Baker Institute, se trata de una situación que es altamente irregular.

“A nadie más se le han dado permisos de importación. Se deberían aclarar los motivos de esa autorización”, añadió.

EL UNIVERSAL consultó a Ingemar si ya está importando combustibles, si ya cuenta con una red de importación, y los permisos y acuerdos necesarios para esa actividad, pero no recibió respuesta.

A la Sener también se le preguntó sobre las evaluaciones de infraestructura realizadas y si la red de Ingemar cumple los criterios para otorgarle el permiso, así como también si esa decisión marcaría un reinicio en la entrega de más permisos de importación de combustibles automotrices, pero tampoco hubo comentarios de su parte.

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