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La próxima administración está a poco más de un mes de heredar un Sistema Nacional de Refinación con el problema de paros en sus operaciones que impiden que produzcan las gasolinas suficientes para abastecer el mercado nacional.
De acuerdo con información operativa de la empresa productiva subsidiaría Pemex Transformación Industrial obtenida por EL UNIVERSAL, salvo el complejo de Salamanca, entre el 1 de enero y la primera semana de septiembre de este año, el resto de las refinerías: Tula, Cadereyta, Salina Cruz, Madero y Minatitlán suman 165 paros en sus operaciones (en promedio 20 por mes), lo que está dificultando su regreso a niveles aceptables de capacidad operativa y producción de petrolíferos como gasolinas y diésel.
Los resultados operativos de la subsidiaria muestran que ese nivel de paros está muy por arriba de 2016 y 2017, en los cuales se registraron 134 y 124, respectivamente.
Adelantó, en entrevista con EL UNIVERSAL, que con los trabajos que están llevando a cabo para resolver los problemas de los distintos complejos, “es posible esperar que en el primer semestre de 2019, las refinerías regresen a un nivel de capacidad promedio de procesamiento —aproximadamente de un millón a un millón 100 mil barriles diarios—, con las mezclas adecuadas”.
Entre enero de 2017 y agosto de este año, los niveles de procesamiento de petróleo crudo de las refinerías de la petrolera alcanzaron apenas los 588 mil barriles por día, y en la última semana de septiembre procesaron 537 mil barriles diarios, el segundo nivel más bajo del año.
Sin embargo, dijo que gran parte del problema se debe a la falta de petróleo crudo tipo ligero.
“Si yo quiero incrementar la capacidad de las refinerías de manera eficiente, lo tengo que hacer con crudo ligero, porque si lo hago con crudo pesado, destruyo, pierdo”. El problema, agregó, es que hacia adelante “lo que no vamos a tener en México es crudo ligero, para alimentarlas y operarlas con un nivel de eficiencia, por eso Pemex tomó la decisión de importar este tipo de aceite”.
Otros problemas que contribuyeron a elevar el número de paros en refinerías, en el caso de Salina Cruz, “fueron los turbogeneradores y los edificios en donde están colocados, los cuales se dañaron con los sismos de septiembre del año pasado. En Madero no hemos arrancado y cuando lo hemos hecho, hemos tenido que parar y Minatitlán por su arranque me ha acumulado más paros”.
Treviño Mediana aseguró que “lo que hay que ver hacia adelante es que nuestras refinerías son buenas, grandes y pueden ser mejores, y mientras las amplías y las mejoras puedes empezar a usar petróleo importado”.
Ahora mismo, dijo, “Minatitlán está lista, Salina Cruz también, y no procesa más porque perderíamos dinero —sobre todo si le metes más crudo pesado—; Tula y Salamanca están jalando bien; en Cadereyta estamos por terminar la reparación de la coquizadora y entonces ahí vamos a subir otros 50 u 80 mil barriles... Pienso que todo esto debe estar listo al primer semestre del año que entra”.
Gasolinas en niveles bajos. Hasta ahora, los constantes paros en refinerías han provocado que la producción de gasolinas apenas promedie 218 mil barriles diarios en los primeros ocho meses del año, cuando se elaboraron 461 mil barriles por día en 2012.
Para la última semana de septiembre, la producción de gasolinas estuvo en nivel de 182 mil barriles diarios.
Actualmente, de acuerdo con la Unidad de Políticas de Transformación Industrial, de la Dirección General de Petrolíferos de la Secretaría de Energía (Sener), la producción nacional de gasolinas apenas alcanza a cubrir 27% de la demanda, estimado para el periodo enero-agosto en 799 mil barriles diarios.
Más aun, las refinerías de Cadereyta, Madero y Minatitlán dejaron de producir turbosina, principal combustibles para la industria aérea.
Todo esto ha contribuido al disparo de las importaciones de gasolinas.
Entre enero y agosto de este año, se han adquirido en el exterior, fundamentalmente del mercado de Estados Unidos, 609 mil barriles diarios, que representan casi ocho de cada 10 litros que consumen los mexicanos.