Detonan nuevo negocio las prendas viejas
Fábricas duplicaron la producción de 2000 a 2015, pero puestas se redujeron
El mercado de reventa, reparación y renovación de ropa de segunda mano vale 73 mil millones de dólares por año, estiman empresarios consultados por EL UNIVERSAL.
Está la opción de vender la prenda en plataformas electrónicas o si se utilizó tanto que quedó inservible, reciclarla y convertirla en trapos, aislantes de autos o confeccionar prendas nuevas.
En tanto, la Fundación Ellen MacArthur indica que la producción de ropa se duplicó de 2000 a 2015, y las puestas de las prendas se redujeron a una tercera parte.
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En México, plataformas como GoTrendier y Vopero se especializan en la venta de ropa de segunda mano.
GoTrendier empezó a operar hace seis años cuando inversionistas españoles se dieron cuenta de que en México no se explotaba el mercado de ropa usada como en Europa o Estados Unidos.
Hay factores que hicieron que el mercado de ropa de segunda mano se volviera masivo, como la aceleración del comercio electrónico en la pandemia y que las tiendas en línea acortaron la brecha de un mercado polarizado entre la paca del tianguis y la boutique vintage de ropa de marca, expone Ana Isabel Orvañanos, gerente para México de GoTrendier.
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La compañía tiene más de 7 millones de usuarios y sube cerca de 20 mil prendas al día, por lo que asegura tener el catálogo más grande de ropa usada en México.
Se trata de un negocio sostenible para el planeta, porque la industria del fast fashion es la segunda más contaminante, sólo después de la petrolera, dice Orvañanos.
“Son prendas de dos usos y ya no sirven porque se rigen con la mentalidad de estar en tendencia y pasamos de cuatro temporadas al año a 52. Son evidentes los efectos en nuestro planeta”, recalca.
Por su parte, Vopero recoge la ropa en el domicilio del vendedor y la coloca en una bolsa con sellos seguros. Una vez que llega a la tienda se revisa para asegurarse de que no venga rota o manchada y se sube al catálogo.
Maggie Ferber, cofundadora de Vopero, comenta que 80% de los usuarios nunca vendían ropa por medio de una plataforma y 70% no había comprado.
Vopero tiene 200 mil usuarios activos y la marca más vendida es Zara, pues el promedio de edad de los clientes va de 20 a 35 años.
Convierten retazos de tela en jerga
Ante falta de algodón, compañía empleó la pedacería para sacar otros productos
Cada mexicano desecha 3 kilos de textiles al año, los cuales pueden tener una segunda vida, dicen empresarios.
La Fundación Ellen MacArthur prevé que menos de 1% de los materiales usados se reciclan para producir nuevas prendas, lo que genera pérdidas por 100 billones de dólares a escala global.
Con la retacería y ropa usada que se recicla se confeccionan nuevas prendas de vestir, jergas, trapos para aseo, aislantes para automóviles y la construcción.
La pandemia provocó falta de algodón y otras materias primas para producir telas, por lo que la compañía poblana MRecicla decidió ir por la retacería de empresas y recolectar ropa usada, señala el gerente de ventas de la compañía, Armando Aguirre.
Las compras que realiza a las fábricas de prendas de vestir le dejan entre 15 y 40 toneladas mensuales.
Lamenta que en México, “el sector hogar casi no recicla; y las tiendas de ropa reciclan entre 1% y 2% de sus prendas de saldo, pero lo hacen por cuestiones fiscales.
“Tenemos máquinas de molienda donde se mete la retacería de tela y hacemos material como si fuera algodón. Lo llevamos a un estatus físico para sacar borra... se peina y selecciona de acuerdo con la fibra… lo torcemos e hilamos y con ese hilo hacemos franela, trapo de piso, cocina y mechudo”, indica el directivo.
En México, apenas 5% de los desechos textiles se reciclan, según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Marcas como H&M y C&A reciben ropa usada. También está el caso de Etam, que a cambio de brasieres ofrece un cupón de descuento.
El director de marketing de Diltex Brands, Bernardo Ayala, explica que recolectan brasieres usados que se donan a la asociación civil Espacio Mujeres, pero regularmente una cuarta parte de las prendas no se pueden reutilizar, por lo que se envían a una empresa de reciclaje.
Re.Colecto tiene un convenio para recolectar las prendas usadas que se depositan en algunas tiendas, separa las que sirven con las que no se utilizan para hacer colchones, aislantes para autos, edificios o empaques térmicos.
También ya operan empresas en territorio mexicano cuya ropa tiene etiquetas en las que se muestra el porcentaje de tela reciclada con que se elaboraron.
Con los textiles hacen juguetes para mascotas
Cada mes, Yadira y jóvenes en proceso de reinserción crean hasta 300 artículos
Luego de su salida de la correccional hace cinco años, Yadira Gallegos decidió confeccionar juguetes para perros y gatos con ropa reciclada, los cuales promueve en su página de internet, bajo la marca Green Bone.
Cada mes recibe 30 bolsas con ropa usada, la cual separa y clasifica en mezclilla, lycra, algodón, pants, poliéster, entre otros materiales.
Las prendas en buenas condiciones se donan a jóvenes en proceso de reinserción a la sociedad, madres o padres solteros o familias de recolectores de basura.
Una vez separada la ropa, ella y cinco jóvenes de comunidades marginadas, en riesgo de conductas delictivas o en proceso de reinserción, confeccionan mensualmente entre 200 y 300 juguetes para perros y gatos.
La ropa reciclada la convierten en frisbees, huesos, listones, pelotas, pulpos o eslabones, además de que separan la retacería para hacer camas para perros o juguetes que venden entre 50 y 120 pesos por Instagram, en la página web de su negocio o en tiendas como CuidaMiMascota o Epic Pets.
Su empresa tiene un compromiso con la sociedad y la naturaleza, por ello asegura que “el medio ambiente no debe dañarse para satisfacer a nuestras mascotas, por ello nuestra materia prima tiene una doble vida”.
Con 24 años, Yadira asegura que con la compra que se hace “estás contribuyendo a que un joven mexicano aprenda un oficio y genere ingresos 100% honestos”.
Considera que además de reciclar ropa, su negocio tiene impacto social porque se apoya a jóvenes dándoles trabajo, pero también ofreciéndoles actividades deportivas y capacitación.
Dice que la idea de usar ropa de segunda para hacer juguetes de mascotas la tuvo hace cinco años, con el impulso que le dio Reinserta, organización dedicada a reconstruir el tejido social y difundir una cultura de paz.
Explicó que constituyó formalmente su empresa ante notario público en abril de 2022, con el apoyo de la Chispa Incubadora y Ryden, operador que actúa como su socio.
“Necesitamos más personas que crean en nosotros, que nos apoyen y que dejemos de señalar, de juzgar, sin antes conocer la historia que hay detrás de cada persona”, expone Yadira.
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