Ante la cascada de crisis que enfrenta la región, es necesario que los gobiernos de Latinoamérica y el Caribe impulsen políticas transformadoras y audaces que generen desarrollo, porque no estamos en momentos para hacer cambios graduales ni tímidos, dijo el secretario general de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( Cepal ), José Manuel Salazar-Xirinachs.
Sobre todo porque en los últimos diez años la región crecerá 0.8%, es decir, entre 2014 y 2023, incluyendo la estimación de lo que ocurrirá el próximo año en la región.
“Si la década de los ochentas fue lamentable, dolorosa y costosa, en esta década en la que ya estamos adentrados es una década de más dolor económico y social de lo que fuera en los ochentas”, dijo Salazar-Xirinachs.
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Expuso que los cuatro grandes desafíos y prioridades deben de ser combatir la inflación --la cual empieza a bajar-- y la crisis de costo de vida, dinamizar el crecimiento, financiar la mitigación de los efectos sociales de la crisis de empleo y costo de vida, así como elevar la inversión.
Uno de los retos a atender es combinar medidas fiscales para hacer frente a la situación, como es el aumento de ingresos fiscales, vía la disminución de la evasión, elusión y cambio en la estructura tributaria.
Además de mantener medidas de apoyo a los sectores productivos y grupos vulnerables según se necesite, complementar las necesidades de financiamiento vía deuda interna y externa y créditos concesionales, así como hacer esfuerzos por ser eficientes en el uso del gasto público y priorizar sectores de atención.
Durante el trigésimo noveno período de sesiones de la Cepal el Secretario General, de dicho organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, explicó que la “región está necesitada y deseosa de soluciones realistas y pragmáticas a las agudas carencias y brechas” de pobreza, desigualdad y desarrollo que enfrenta.
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En su presentación, hecha en Buenos Aires, Argentina, Salazar-Xirinachs afirmó que “la meta en esta época post pandemia no puede ser solamente mitigar los daños de la pandemia y reactivar la economía, como si pudiéramos darnos por satisfechos con volver a la situación antes de la pandemia y la guerra contra Ucrania.
“Por supuesto que debemos de mitigar los daños como aumento de la pobreza, desigualdad y enfrentar el apagón educativo, además se trata de promover acciones transformadoras para el desarrollo, se trate de que los países logren salir de la trampa del ingreso medio”, explicó.
Sobre todo porque los países tienen afectaciones por la cascada de problemas que enfrentan por la crisis climática, de salud, empleo, social, educativa, seguridad alimentaria, energética y de costo de la vida.
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vcr