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cartera@eluniversal.com.mx
Las cartas que envía el fisco a los contribuyentes para recordar que no han cumplido con sus obligaciones fiscales ya no le está dando muchos resultados en la recaudación de impuestos. Tampoco las entrevistas de vigilancia profunda mediante las cuales cita a los causantes en las oficinas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para darles a conocer las discrepancias fiscales.
Son más efectivos los mensajes por email, los requerimientos, el buzón tributario y el apoyo de las entidades para cobrarle a los omisos.
Esto representó una caída de 49.2% en comparación con lo recaudado a través de este medio en el primer trimestre de 2018, cuando fue por 135.5 millones de pesos.
Son cartas-invitación que se envían por medio del Servicio Postal Mexicano, el cual las entrega en los domicilios de los contribuyentes para exhortarlos a cumplir con las obligaciones fiscales.
Como resultado de las entrevistas de vigilancia profunda, ingresaron 5 mil 368.9 millones de pesos al gobierno federal, frente a los 8 mil 480 millones de pesos que se registró entre enero y marzo de 2018 por ese mecanismo de control de obligaciones.
En cambio, se obtuvo una muy buena respuesta de los causantes a los correos electrónicos en el primer trimestre de 2019, pues la recaudación por ese medio subió 127.7%, en comparación con el mismo periodo del año pasado, con un monto de 11 mil 880 millones de pesos.
Como un mecanismo más moderno de comunicación, el SAT envía mensajes a los causantes a través del buzón tributario o alertas en caso de que no respondan.
La recaudación en el primer trimestre de 2019 por esa vía ascendió a 923.1 millones de pesos, mejor a lo que se obtuvo en 2018, de 91.2 millones.
Colaboración de estados. Además, el SAT se apoya de los gobiernos locales para el proceso de vigilancia de obligaciones fiscales; por eso algunos contribuyentes que viven en el interior del país reciben requerimientos de contribuciones federales.
Con el objeto de ampliar la cobertura de contacto con el contribuyente, el SAT, en coordinación con las entidades, tiene programas de trabajo definidos anualmente.
La línea de trabajo está basada en la Ley de Coordinación Fiscal a través de convenios de colaboración administrativa en materia fiscal.
Cuando el SAT identifica a los contribuyentes omisos, y el estrato por los cuales se va a comunicar con ellos, se le envía a las entidades un listado de contribuyentes y las obligaciones omisas. Se basa en vigilancias mensuales sobre los pagos del ISR, el IVA, el IEPS, retención de salarios, y asimilados.
Las acciones son enfocadas a contribuyentes que son representativos para una entidad, es decir, a través de estos programas se favorece que los estados que son autoridades locales se comuniquen con contribuyentes importantes de cada una de las regiones.
Como los estados son los que conocen más, son los que deciden si le envían un recordatorio al causante. El elemento más importante que utilizan las entidades es el requerimiento: el contribuyente es notificado por las autoridades locales como lo hace el brazo fiscal de Hacienda.