No todas las crisis se parecen, parafraseó al escritor ruso, León Tolstói , el subgobernador del (Banxico), Gerardo Esquivel, porque unas crisis han sido domésticas y otras importadas, como la provocada por la pandemia por Covid-19.

Y eso implica, dijo, que las respuestas de política tienen que ser diferentes, pero se tiene que saber distinguir los factores coyunturales.

“Hay que diferenciar entre crisis, un poco parafraseando a Tolstói en su gran novela Ana Karenina: todas las familias felices se parecen”, expresó durante una charla digital organizada por el Museo Interactivo de Economía (Mide).

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El subgobernador de Banxico indicó que el tema de las crisis en particular, que se vieron en episodios como en 1995 y 2009, además de otras dificultades económicas que se parecen más a las actuales, implica una contracción económica muy significativa.

“Son distintas. En el caso particular ha habido, por factores domésticos, la de 94-95 y otras importadas, como la de 2009, y esta actual que es generalizada”, comentó.

Explicó que las crisis anteriores , si bien han sido muy profundas, tienen una dimensión particular, además de que normalmente han afectado a todos los segmentos por el lado de la demanda y en ese sentido la cooperación se puede volver relativamente muy difícil y costosa.

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Otras, agregó, han sido acompañadas de proceso inflacionarios o de quiebras de empresas y los hogares. Sin embargo, la crisis actual es mundial porque la caída de la economía se debe a un factor disruptivo.

"Por eso es importante diferenciar la crisis estructural del país y la crisis muy peculiar que hoy vivimos", enfatizó.

Esquivel aseguró que la pandemia ha mostrado todos los problemas estructurales de crecimiento y de la gran desigualdad en el país porque la población de menores ingresos y los jóvenes han sido los más afectados.

cev/jcgp

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