Las Barrancas del Cobre son un rincón del planeta que destaca por su atractivo singular. ¿Qué es lo que lo hace tan cautivador? La respuesta radica en la diversidad de actividades que ofrece, ideales tanto para viajes de familias, parejas como para amigos. La Sierra Tarahumara, que donde te abraza el paisaje, presenta atractivos que guardan algo para cada edad y estilo de vida.

Uno de los elementos más emblemáticos de este lugar es el tren Chepe, inaugurado en 1961 y considerado como uno de los 10 recorridos en tren más espectaculares del mundo. Este viaje en sí mismo constituye una emocionante aventura, ya que la vía del ferrocarril atraviesa las partes más escarpadas de la Sierra Madre. El Chepe es también una impresionante obra de ingeniería, resuelta con maestría por ingenieros mexicanos, que implicó la construcción de 37 puentes y 86 túneles, uno de ellos -el de “La Pera” llamado así por su forma, ya que entra en la parte alta de la montaña, saliendo a nivel de río, con una longitud en curva de 944 kilómetros.

Foto: cortesía
Foto: cortesía

Para disfrutar plenamente de esta experiencia, se sugiere a los viajeros que consulten con su agente de viajes y reserven con antelación sus boletos. Además, planificar las escalas a lo largo de la ruta es esencial, especialmente en temporadas vacacionales como semana santa, verano y navidad.

Desde la comodidad de los asientos del tren, los pasajeros tienen la oportunidad de admirar barrancas y desfiladeros que siguen siendo inaccesibles por otros medios de transporte. La baja velocidad a la que se desplaza el tren, determinada por las características geográficas de la zona, contribuye a que los viajeros experimenten una disminución imperceptible del estrés durante el recorrido.

Las estaciones principales del ferrocarril Chepe en el estado de Chihuahua son puntos estratégicos que brindan acceso a fascinantes destinos. Bahuichivo es la puerta de entrada al Pueblo Misional de Cerocahui y al mirador de cristal del Cerro del Gallego de la Barranca de Urique. Divisadero, por su parte, se destaca como un enclave crucial para acceder al Parque de Aventura Barrancas del Cobre y a miradores desde los cuales se contempla la confluencia de tres impresionantes barrancas: la del Cobre, la de Urique y la Tararecua. Creel, otra estación clave, sirve como punto de partida para explorar formaciones rocosas, antiguas misiones jesuitas, y los otros dos pueblos mágicos de las barrancas, Batopilas y Guachochi.

Foto: cortesía
Foto: cortesía

La estación Divisadero se erige como el lugar idóneo para los entusiastas de los deportes al aire libre. Alojamientos de alta calidad con vistas a las barrancas; el Parque de Aventura Barrancas que cuenta con un teleférico de 3 kilómetros que se distingue por su ausencia de torres intermedias, ofreciendo un recorrido panorámico sin igual. Además, dispone de un circuito de 7 tirolesas que abarcan 5 kilómetros, destacando la presencia de dos impresionantes puentes colgantes. El ziprider, una emocionante atracción que implica un único salto de casi 3 kilómetros, permite a los aventureros alcanzar velocidades de hasta 100 kilómetros por hora en menos de un minuto. La oferta se completa con una vía ferrata que incluye actividades como rappel, escalada en roca y el intrépido salto de tarzán.

Por otro lado, los Rarámuri, habitantes del vecino pueblo de Bacajípare, han integrado su presencia de manera activa en el parque. Participan tanto en labores internas como en la venta directa de sus artesanías. Además, ofrecen la experiencia única de compartir unas horas en su compañía, brindando la oportunidad de aprender sobre su rica cultura y tradicional cocina.

Foto: cortesía
Foto: cortesía

En el encantador Pueblo Mágico de Creel, se establece la base perfecta para explorar los enigmáticos valles circundantes, repletos de formaciones rocosas que adoptan caprichosas figuras, evocando imágenes de hongos, ranas, monjes e incluso un elefante. Este territorio es profundamente indígena, caracterizado por iglesias misionales, pintorescos ranchos, campos cultivados, cascadas serenas y cuevas habitadas. Creel alberga un museo de arte popular, mientras que en Cusárare se encuentra otro dedicado al Arte Sacro, proporcionando oportunidades para sumergirse en la rica herencia cultural de la región.

La zona ofrece días llenos de actividades y experiencias, permitiéndole conectar con la naturaleza en un entorno de extraordinaria belleza natural. Este rincón ha sido hogar de la nación rarámuri desde tiempos inmemoriales, brindando una perspectiva única y auténtica de una forma de vida que enriquecerá la propia.



Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses