La negativa de las autoridades a otorgar permisos a laboratorios para importar medicamentos siquiátricos está ocasionando una crisis de desabasto para enfermos mentales, denuncian empresas del sector farmacéutico.

Esta situación afecta a empresas como Novartis, Janssen, IFA, Pisa, Carnot, Roche, Pfizer, Armstrong, Boehringer Ingelheim, Shire, Abbott, Hormona y Stendhal.

Se reporta escasez de productos como carbonato de litio, clonazepam, clozapina, alprazolam, clonidina, lisdexanfetamina, fenobarbital, ácido valproico intravenoso, nortriptilina, oxcarbazepina, amitriptilina, imipramina, risperidona y metilfenidato, lo que interrumpe el tratamiento médico de enfermedades siquiátricas.

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“Estamos ante un problema de desabasto de medicamentos, no es un problema de distribución. Esto es grave para los pacientes con padecimientos mentales, porque cuando dejan de tomar estos medicamentos, su tiempo de recuperación puede llevar meses y va a agudizar el mal que tengan, como puede ser bipolaridad, esquizofrenia, neuropatías”, dijo a EL UNIVERSAL el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Laboratorios Farmacéuticos (Amelaf), Juan de Villafranca.

Afirmó que esa situación comenzó hace unos meses y se ha agudizado. “Ya no se tiene medicamento para la salud mental ni en las bodegas”, subrayó.

Para el secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Xavier González Zirión (PRI), “la culpa está totalmente en Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios). Se produce menos, hay menos fabricantes”.

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“En general, el daño al sistema de salud ha sido terrible y, en particular, para los sicotrópicos. Hay plantas cerradas y Cofepris tarda mucho los registros sanitarios. Antes tomaban 15 días y ahora hasta un año después de que te revisan la planta”, dijo.

Ante ello, federaciones, asociaciones y colegios médicos de México enviaron cartas al gobierno en lo que va del año para mostrar su preocupación por la escasez de medicamentos siquiátricos.

El 20 de febrero, la Asociación Mexicana de Psiquiatría Infantil pidió a las autoridades de la Secretaría de Salud “resolver la recurrente escasez de medicamentos de uso siquiátrico y neurológico, compartiendo la preocupación ya expresada por otras asociaciones afines al cuidado de la salud mental”.

“El tratamiento farmacológico reduce las lesiones por accidentes, el abuso de sustancias, el tabaquismo, la depresión, la conducta suicida, el bajo rendimiento académico y el embarazo en la adolescencia”, dijo la asociación, refiriendo a publicaciones internacionales.

La Asociación Psiquiátrica Mexicana también escribió el 17 de febrero al gobierno federal resolver a la brevedad la recurrente escasez de medicinas de prescripción especializada.

Escasos y caros
Escasos y caros

CONTROVERSIA

Los medicamentos siquiátricos para atender padecimientos como depresión, ansiedad, esquizofrenia y bipolaridad, entre otras enfermedades mentales, están agotados en las principales farmacias de distribución pública y privada, a pesar de ser esenciales para el tratamiento de esos trastornos, lo que puede provocar episodios sicóticos, maniacos, riesgo de suicidio y síndrome de abstinencia, expusieron asociaciones de especialistas.

En uno de los casos más destacados, la Cofepris cerró en febrero dos plantas de Psicofarma en la Ciudad de México, al argumentar que se incumplieron criterios de calidad.

Actualmente el laboratorio y el gobierno trabajan en una “ruta regulatoria que solvente las irregularidades en la fabricación de medicamentos controlado”, dijo la Cofepris.

El viernes, la Comisión dijo que Psicofarma tiene un avance de 50% en la solución para atender los hallazgos de su planta en Avenida Tlalpan y de 65% en la de División del Norte.

“Cerraron plantas de Psicofarma y la Cofepris no tiene para cuando. Psicofarma ya lo arregló y hasta que vayan a ver se reactivará la producción”, señaló el diputado González Zirión.

La Cofepris aseguró que no hay veto regulatorio para ninguna empresa. Agregó que hay medicamentos de otros laboratorios con el mismo principio activo, por lo que rechazó que haya desabasto.

Dijo que de enero a marzo de 2023 se autorizaron 59 permisos para importar materia prima para fabricar medicamentos siquiátricos y culpó a la industria de sólo importar 46% de lo autorizado, como ocurrió en 2022.

LOS AFECTADOS

Desde hace un par de meses, Elizabeth y Javier no consiguen los medicamentos que les ayudan en sus tratamientos para salud mental, lo que les causó un síndrome de ansiedad.

Ambos pidieron no ser identificados con su nombre real, y relataron que por algunas semanas no duermen bien, y sufren de depresión, ansiedad, irritabilidad y angustia.

Elizabeth sufre de síndrome de abstinencia ante la falta de amitriptilina, medicamento que le ayuda a controlar un dolor neuropático que tiene desde hace 16 años.

“Me siento muy mal, duermo una hora y me quedo despierta cuatro horas. Ya tengo depresión, pero no es emocional. Estoy como desconectada, en el limbo… es horrible no poder controlar eso. No hay medicina”, desde hace unas semanas el siquiatra busca ajustarle nuevos medicamentos, pero aún no logra el balance, explicó.

A su vez, Javier sufrió nauseas, mareos, dolor de cabeza, tuvo pesadillas las pocas horas que logró dormir, así como descontrol del cuerpo, entre otros síntomas, al desaparecer del mercado la medicina llamada anapsique, un antidepresivo con base en la amitriptilina que consume desde hace casi siete años.

“A pesar de que me recetaron un sustituto, no me funcionó. Mi doctora me dijo que no me iba a funcionar de un día para otro, que tenía que esperar al menos siete días para ver los primeros resultados. Es una injusticia lo que estamos pasando”, lamentó.

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