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A pesar de la gran oportunidad que tiene México para captar un número importante de empresas e inversión con el fenómeno de relocalización, mejor conocido como nearshoring, las dudas e incertidumbre que genera la actual administración detienen su potencial, dijo BBVA México.
“La política energética no ha ayudado a que se pueda potenciar esta oportunidad, porque las empresas que están buscando dónde instalarse quieren tener certeza de tener una oferta de electricidad confiable, a precios competitivos y no contaminante”, dijo el economista en jefe de BBVA México, Carlos Serrano.
Durante la presentación del estudio: México, situación sectorial regional, del primer semestre de 2023, el especialista dijo que la mayor participación en la generación eléctrica que se le brinda a CFE, con un mayor costo y sin reducción de impacto ambiental, es señal de que no se está apostando por otra política que atraiga a un mayor número de empresas.
“Intentarle dar más cuota de mercado a CFE, que es más cara y más contaminante, va en contra de esto. Creemos que con un viraje a la política energética se podría aprovechar mucho mejor el nearshoring”, comentó.
En el documento, BBVA México señaló que los flujos recientes de Inversión Extranjera Directa (IED) para el país, en términos reales, sugieren que no se está experimentando un incremento generalizado de capital por parte de corporaciones extranjeras.
“Más bien, los flujos de IED han caído en términos reales en los últimos cinco años. Específicamente, entre 2018 y 2022, México captó alrededor de 190 mil millones de dólares de IED, lo que representa una caída de 19% con respecto a lo captado entre 2013 y 2017, cuando se acumularon 235 mil millones de dólares de IED”, detalló.
El documento de BBVA resaltó que, si bien el periodo de 2013 a 2017 representa una base de comparación alta, puesto que ha sido el lapso de mayor captación en los últimos 23 años, llama la atención que la IED actualmente ronda los bajos niveles observados durante 2020, derivados de la fuerte contracción económica global por la contingencia por Covid-19.
“En este sentido, los niveles de IED de 2022 representan tan solo un incremento de 1.6% con respecto a lo captado en 2020, y sugieren una pérdida relativa de atractividad en materia de inversiones extranjeras”, indicó.
La institución financiera añadió que, según los agregados más comunes usados en esta clase de evaluaciones sobre un mayor número de empresas, como lo son la participación de México en las importaciones estadounidenses y la inversión extranjera directa, el país estaría muy por detrás de otros que parecen ser, de momento, los mayores ganadores del éxodo de corporaciones desde China.
“En términos de recepción de IED, sólo algunos subsectores manufactureros, y en ciertas regiones, presentan crecimiento en cuanto a lo acumulado en los últimos cinco años lo que sugiere que, si el país está experimentando un efecto positivo, éste sigue siendo muy acotado. Las encuestas disponibles sugieren que a nivel de empresa se percibe cierto efecto positivo por nearshoring No sólo en términos de producción (que nos hablaría de un efecto actual tangible), sino también en la evolución reciente y futura del sector inmobiliario industrial que sugiere cierto impulso manufacturero a futuro”, añadió.