Pese a la falta de coordinación entre exportadores y el gobierno federal, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) impulsó las ventas del país al extranjero en este sexenio, a la par de otros factores como la guerra comercial entre EU y China.
En 2018 las exportaciones alcanzaron un valor de 451 mil millones de dólares, y para 2023 la cifra llegó a 593 mil millones de dólares en 2023, un crecimiento de 31%.
Sin embargo, 83% de las ventas al exterior realizadas el año pasado se concentraron en el mercado estadounidense, pese a la amplia red de tratados comerciales y acuerdos que el país tiene con otras naciones.
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De acuerdo con la Secretaría de Economía, México tiene 14 tratados de libre comercio con 50 países, 30 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones con 31 naciones o regiones administrativas, y nueve acuerdos de alcance limitado como parte de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Además, participa activamente en organismos y foros multilaterales y regionales como son la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Mecanismo de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la ALADI.
“En este sexenio vimos una pausa del comercio exterior. Se ha dejado de participar en revisar, negociar y mejorar tratados. Todo ha sucedido porque ha habido una ausencia de una verdadera política de comercio exterior”, dijo el vicepresidente de Fomento Industrial del Sector metalmecánico de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Juan Manuel Chaparro Romero.
Bendito T-MEC
El exjefe negociador técnico del T-MEC para el gobierno mexicano, Kenneth Smith Ramos, dijo que el comercio creció de manera importante en este sexenio gracias a ese acuerdo y a que “se solucionó la situación que enfrentamos en 2017 y 2018, donde parecía que podía colapsar el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y pasamos a preservar el libre comercio y modernizar el tratado en vigor, lo que impulsó cifras récord”.
“Hay que decir también que nos ayudó la guerra comercial de Estados Unidos con China, porque México tuvo un efecto de sustitución y nos convertimos en el principal proveedor de productos en el mercado estadounidense”, destacó.
Ahora, 16% de las importaciones de Estados Unidos se originan en México, lo que convirtió al país en su principal socio comercial.
“Prácticamente el único motor del comercio exterior y el que está siendo efectivo es el T-MEC, por lo que es necesario que el próximo gobierno y el sector privado participen en la revisión de ese tratado en 2026”, dijo Chaparro Romero.
En 2019, el actual gobierno desapareció a ProMéxico, organismo que coordinaba las estrategias dirigidas al fortalecimiento de la participación de México en la economía internacional.
Y hace un año, en entrevista con EL UNIVERSAL, la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, afirmó: “No tenemos ninguna prisa en discutir ningún tratado adicional a los que ya tenemos”.
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Sin vinculación
Esta administración también dejó de consultar al sector privado para la modernización de acuerdos de libre comercio, lo que según Smith Ramos afectó al instrumento llamado Cuarto de Junto, en el que los empresarios participaban junto a especialistas en asuntos de importación y exportación.
“Desafortunadamente, se empezó a distanciar el gobierno del sector privado y esto tuvo un impacto en particular en que se dejó de convocar al Cuarto de Junto y hubo negociaciones que quedaron truncas, como fue la que hubo con el Reino Unido, la modernización del TLCUEM (Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea), y la incapacidad de cerrar el acuerdo con Ecuador”, dijo.
El presidente de la Sección de América Latina del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión, Ciencia y Tecnología (Comce), Rafael Nava, dijo que antes se convocaba al Cuarto de Junto para informar sobre cambios que habría en tratados comerciales, pero en esta administración no hubo ese acercamiento entre el gobierno y el sector privado.
Por ejemplo, detalló, en la negociación para agregar capítulos de pequeñas y medianas empresas y de género al Tratado de Libre Comercio con Chile no se invitó al sector privado, y los exportadores no tienen detalles de lo que se acordó.
“Normalmente se hacía un equipo, pero ahora la modernización del tratado con Chile fue realmente una decisión de la autoridad, no tenemos acceso a los detalles”, afirmó Nava.