La piratería de autopartes representa un mercado de casi 13 mil millones de pesos al año y las piezas más pirateadas son las que más se roban como retrovisores, facias, faros, parrillas y cofres , dijo Miguel Pulido, gerente comercial de Etiflex.
Durante un seminario de la Industria Nacional de Autopartes, Etiflex mencionó que la mayoría de las autopartes piratas que se comercializan en el país vienen de Asia, especialmente de China, y entran por las 49 aduanas que hay en el país.
El control del tráfico de autopartes falsas es complicado, pues la piratería es “un problema de economías emergentes” y las autoridades hacen poco caso en combatir este problema.
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Mientras que en economías avanzadas la piratería es un incidente mucho menor, tanto en grado como en volumen de mercancías.
“La piratería se pondera como un delito light sin víctima y con actividad económica de alguna forma justificada”, indicó en una presentación.
Pulido agregó que la mayoría de las autopartes piratas se venden en sitios web o en redes sociales.
El público que compra autopartes piratas se divide en dos: el primario, que no sabe que está comprando un producto pirata. Y esto ocurre con la compra de agroquímicos, maquinaria, electrodomésticos, juguetes y útiles escolares, además de autopartes.
Y el público secundario, quienes ya saben que los productos son ilegales como los CDs, DVDs, ropa, programas informáticos y artículos de lujo, además de autopartes.
De acuerdo con Etiflex, 90% de las empresas encontró que sus productos eran pirateados en México, en el año 2000.
Pulido destacó que los efectos del mercado pirata es una disminución en la venta del producto original, afectación a la percepción de la marca y un riesgo para la salud y seguridad del consumidor, ya que son piezas que no cuentan con garantía y pueden ser de mala calidad.
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Pero el gobierno también se ve afectado por la piratería, pues ocasiona evasión fiscal, se merma el presupuesto para brindar servicios públicos y disminuye su capacidad administrativa y de gestión.
En el caso de las empresas afectadas por la piratería, además de la disminución en ventas tienen que gastar en demandas administrativas y acciones penales si quieren combatir este delito.
Para combatir la piratería o la venta ilegal de algunos productos originales, se les sugiere a los fabricantes de autopartes colocar códigos QR en sus productos.
El código permite rastrear el producto en tiempo real, ubicar si algún distribuidor lo está vendiendo en otra ciudad o país a diferente precio e identificar un producto original de uno falsificado.
ExxonMobil y Motul están colocando códigos QR en sus galones de aceite; así como el fabricante de baterías Varta con tecnología de la empresa Scantrust.
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