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La Secretaría de Marina (Semar) renovará los equipos de contención y recolección de sargazo —barreras de contención— que utiliza desde 2019, por el desgaste que han sufrido al estar expuestas a la salinidad, sol y a condiciones meteorológicas adversas en las costas de Quintana Roo.
La dependencia advierte que persiste la llegada de sargazo a las costas del Caribe mexicano, convirtiéndose en un “desastre natural” que provoca problemas para los sectores salud, ambiental, turístico y económico.
Incluso, reconoce que “el nivel de alertamiento para la estimación de recales en el Caribe mexicano se ubica en la categoría 8, que corresponde a la denominación de excesivo, según la cual en algunas playas el sargazo se acumula en montículos de más de 90 centímetros de altura en menos de 24 horas, cubriendo toda la zona de playa y haciendo imposible el tránsito a pie y con maquinaria”.
En el proyecto de inversión Adquisición de equipo especializado para la contención de recolección de sargazo, del 9 de agosto pasado y con valor de 30.4 millones de pesos, avalado por la Dirección General Adjunta Accidental de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de Semar, se reconoce que aunque la secretaría ha implementado diversas medidas para el combate al sargazo no ha sido posible cubrir la totalidad de playas públicas, “por falta de presupuesto destinado a la compra de barreras”, por lo cual se está dando prioridad a las playas que tienen un estatus ecológico ambiental, como el área de arrecifes de Puerto Morelos.
El documento, obtenido por EL UNIVERSAL, señala que para cubrir las playas públicas se requieren 19 mil 640 metros de barreras de contención, pero sólo se cuenta con 9 mil 50 metros, un déficit de 10 mil 590 metros.
Advierte que “de no cubrirse en su totalidad las playas con barreras de contención de sargazo traería como consecuencia arribos mayores generando con esto desgaste humano [estrés, insolación, fatiga y enfermedades de la piel y respiratorias], así como un incremento en los recursos financieros, ya que se haría uso de maquinaria y equipo de recolección”.
También habría afectaciones ambientales como el incremento en los nutrientes en las zonas afectadas, “lo que volvería anóxica el agua generando daños a la vida marina y a los corales, y afectaciones económicas en las áreas de protección de flora, fauna, parques nacionales y santuarios que se encuentran en el estado de Quintana Roo”.
Indica que sólo entre 2019 y junio de este año se han recolectado en playas de Quintana Roo más de 173 mil 900 toneladas, mientras que Semar, con apoyo de 13 buques, que operaron 9 mil 50 metros de barreras de contención, y 16 embarcaciones menores, han recolectado en alta mar y aguas someras otros 3 mil 927.42 toneladas de esta macroalga.
El proyecto de inversión de la Semar subraya la necesidad de renovar 2 mil 505 metros de barreras de contención (especie de malla) que utiliza y que tienen una vida útil de tres años.
Advierte que “médicos y biólogos aconsejan no tener contacto directo, ya que puede ocasionar problemas de salud en la piel como dermatitis o ronchas por piquetes de pulga y organismos que habitan las macroalgas”.
Además, reconoce que 330 kilómetros de los 994 que conforman el litoral de Quintana Roo (33.2%) sufren los impactos del arribo y acumulación de sargazo, afectando los municipios de Benito Juárez, Puerto Morelos, Tulum, Solidaridad, Cozumel, Othón P. Blanco e Islas Mujeres.
Este problema tiene también una afectación en las actividades turísticas que se llevan a cabo en las costas, “disminuyendo el afluente de turistas nacionales [en playas públicas] y extranjeros [baja demanda turística] debido al mal aspecto por el excesivo volumen de sargazo en las playas, al hedor insoportable debido a los malos olores y hasta un riesgo sanitario por su descomposición y la fauna que lo acompaña”.
A la fecha, la secretaría ha realizado tres solicitudes de recursos para afrontar el problema: en 2019 solicitó 82.6 millones de pesos para la adquisición de kits de construcción de seis embarcaciones sargaceras, barreras de contención de sargazo, barredoras, equipo y material diverso para la contención y recolección de sargazo tanto en aguas someras como en playa.
Para 2020 se solicitaron otros 90.2 millones de pesos para el mismo concepto, que incluyó el acondicionamiento del buque sargacero oceánico Natans, que tiene la capacidad de colectar 140 toneladas de sargazo.
La más reciente solicitud, por 30.4 millones de pesos para renovar estos equipos, consiste en la adquisición de 2 mil 505 metros de barreras de contención de sargazo, para la contención en aguas someras, con el fin de solventar la problemática del arribo de sargazo a playas de Quintana Roo.
Con este programa, según Semar, se puede “garantizar el adecuado desarrollo de las actividades económicas del Caribe mexicano y playas del estado de Quintana Roo [principalmente Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen, Tulum, Xcalak y Mahahual]”.
Así, se logrará preservar el ecosistema marítimo en el Caribe mexicano, generar derrama económica en la zona de construcción de las embarcaciones, así como en las zonas mexicanas donde se producirán los materiales para la construcción de las mismas, y transferir tecnología a los procesos productivos nacionales, impulsando el desarrollo de la industria naval mexicana.