La Secretaría de Marina (Semar) planea entrar al remate de bienes de Interjet mediante la apropiación del edificio de oficinas donde la aerolínea operaba en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La compañía dejó de operar en diciembre de 2020, cuyos últimos mensajes institucionales argumentaron que su debacle se debió a la pandemia de Covid-19, aunque sus finanzas arrastran números rojos desde antes.
La Marina tomó la administración del aeropuerto de manos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y ahora solicita a la Secretaría de Hacienda 17.9 millones de pesos para comprar los muebles y el equipo que están en las instalaciones de Interjet, de acuerdo con una ficha en poder de EL UNIVERSAL.
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“Esta alternativa consiste en la adquisición del mobiliario administrativo actual que se encuentra en el edificio corporativo donde operaba Interjet, inmueble que es propiedad de la Federación, derivado de que se encuentra dentro de los terrenos de la terminal aérea”, señala el documento.
Esta operación implicaría la adquisición de mil 435 equipos, los cuales incluyen anaqueles, archiveros, sillas y escritorios, con el objetivo de mejorar la seguridad y la eficiencia operativa del personal del principal aeropuerto del país.
La compra permitirá proveer al personal del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, a cargo de la Marina, de las herramientas necesarias desde el primer día y mejorar su productividad, así como contribuir al flujo de trabajo sin interrupciones dentro del AICM.
Las oficinas administrativas en las dos terminales reportan saturación y hacinamiento ante el aumento de personal y la falta de espacio, lo que repercute en la comodidad y eficiencia laboral.
Esto pone en riesgo el cumplimiento de las normas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las recomendaciones de ergonomía, según la documentación a la que este diario tuvo acceso.
“El mobiliario administrativo [del AICM], con algunos elementos que tienen más de 20 años de antigüedad, ha superado su vida útil. Esto afecta la calidad y la funcionalidad de los muebles, lo que a su vez impacta en la productividad y el bienestar de los empleados”, expuso la Marina, que el almirante José Rafael Ojeda Durán encabeza desde el 1 de diciembre de 2018.
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Condiciones precarias
La Semar expone contenido fotográfico en el que se aprecia a personal laborando sin computadora, apilando cientos de hojas de papel sobre escritorios en lugar de archiveros y dos personas trabajando en escritorios pequeños.
La precarización persiste a pesar de que el aeropuerto capitalino mueve menos pasajeros por decretos y regulaciones que tienen el objetivo de que gane más clientes el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), a 40 kilómetros del centro de la Ciudad de México.
En la primera mitad del año, el AICM transportó 22 millones 321 mil viajeros, 5.2% menos que en el mismo periodo de 2023, señalan cifras de la propia administración aeroportuaria.
El AIFA busca solucionar la saturación del aeropuerto Benito Juárez, aunque movió 2.7 millones de personas en el primer semestre de 2024 y no soporta más de 6 millones anuales en las condiciones actuales.
Bajo la administración de la Marina, el AICM tiene menos demoras en vuelos y recuperó espacios que estaban tomados por extrabajadores de Mexicana de Aviación.
El aeropuerto de la Ciudad de México ha tenido ampliaciones en la Terminal 2, pero las instalaciones administrativas se han conservado como estaban desde 2008.
“Al no realizarse la adquisición se seguirá afectando la operatividad en las oficinas”, advierte la Marina en la ficha para recibir los recursos desde la dependencia que dirige Rogelio Ramírez de la O.