La inflación augura un crudo invierno, sobre todo para familias de bajos recursos, tras alcanzar el mes pasado su mayor nivel en casi 21 años debido al repunte en los precios de productos agropecuarios y alimentos procesados, de acuerdo con información presentada por el Inegi.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor volvió a sorprender a los participantes del mercado, al pasar de 6.24% en octubre a 7.37% en noviembre, siendo el registro más alto desde enero de 2001, cuando llegó a 8.11%.
“Generalmente la inflación muestra cierta inercia, pero ahora ya agarró vuelo”, afirmó la directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
En la presentación de las expectativas de la institución para el cierre de 2021, opinó que el indicador terminará en 8%.
“Lo que estamos viendo es que mes tras mes sigue subiendo la inflación y siguen las presiones en los energéticos y en los agropecuarios, que le pegan a las mercancías alimenticias, y esto ha provocado que agarre vuelo la inflación”, matizó Siller.
Para Daniel Arias, analista económico de Monex, el nivel actual supera los picos de los ciclos inflacionarios de 2017 (6.77%) y 2009 (6.53%).
Desde su punto de vista, esto convierte el episodio reciente en un reto sin precedentes durante la etapa moderna del Banco de México (Banxico).
Tasas récord
Los datos del Inegi mostraron que el mes pasado el índice de precios de los productos agropecuarios tuvo un repunte anual de 14.36%, la tasa más elevada para un noviembre desde 1998.
Por componentes, los precios de frutas y verduras reportaron un alza de 17.80%; mientras los productos pecuarios vieron un aumento de 11.44%.
La sorpresiva alza en los precios de los productos agropecuarios también incidió en un repunte de los alimentos procesados, que registraron un aumento anual de 7.59%, constituyéndose en uno de los motores del incremento del componente subyacente de la inflación, es decir, su parte más sólida.
Entre los productos agropecuarios que incidieron más en la inflación durante noviembre destacan el jitomate, con un incremento mensual de 25.38%; tomate verde, 71.85%; pollo, 2.77%; carne de res, 1.70%; chile serrano, 12.10%, y otros chiles frescos 30.66%.
Riesgos elevados
Los riesgos para la inflación hacia adelante se mantienen elevados, pues el alza en contagios mundial y la aparición de la variante ómicron pueden hacer que los choques de oferta tarden más en diluirse, estimó Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Ve por Más.
Así, el repunte de la inflación, en particular la subyacente, podría orillar a Banxico a considerar seriamente un incremento de 50 puntos base en la tasa de referencia durante su reunión del próximo 16 de diciembre.
Para Siller, lo más preocupante es que la inflación subyacente, la que determina la trayectoria de la inflación general en el largo plazo, ganó fuerza por decimosegundo mes seguido.
En tanto, el índice de precios al productor llegará a un nivel de 10%, lo que reducirá el margen de las empresas, estimó.
Sin embargo, descartó que la inflación esté fuera de control, ya que aún no ha alcanzado tasas de doble dígito, como ocurría en el pasado.
Presión para largo
Las condiciones que han llevado los índices de inflación a máximos va a comenzar a reducirse, en el peor de los escenarios, entre 2023 y 2024, en un entorno en el cual el bajo crecimiento de la economía está enfrentando un proceso de estanflación, opinó HR Ratings.
“Hay una estimación de riesgos de que la inflación no va a sufrir las mismas reducciones que suponemos. Con fuertes niveles de inflación y una economía que ya estaba mostrando problemas antes de la pandemia, tenemos una situación casi como lo que se podría llamar estanflación”, dijo el director de análisis de la firma, Félix Boni.
En conferencia, el directivo explicó que los altos rangos de inflación no son exclusivos de México y que hacia los próximos meses se necesitarán respuestas robustas por las autoridades monetarias a fin de reducir el escenario de estanflación.
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