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La firma del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) enviará un mensaje de confianza y estabilidad a los mercados, dijo el coordinador del Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Moisés Kalach.
Sin embargo, opinó que no debe condicionarse su firma a la eliminación de aranceles al acero y aluminio mexicanos. Pedir que no se firme por eso sería “exagerado”, afirmó.
La firma del T-MEC “puede ayudar de forma importante a la estabilidad y a mandar las señales e inversionistas, porque últimamente han estado muy inquietos por muchas de las señales que hay en nuestro país, y creemos que la firma puede mandar un cierto mensaje de confianza”, explicó Kalach en entrevista exclusiva con
EL UNIVERSAL.
Por ahora es importante que se termine la revisión del texto legal en español, dijo, porque ya se concluyó el documento en inglés. Una vez que se lleve a cabo la firma el próximo 30 de noviembre en Buenos Aires, Argentina, en el marco de la reunión del G20, cada país deberá buscar la ratificación en sus congresos y seguramente entrará en vigor en 2020.
“La firma es importante porque cierras la parte ejecutiva de la negociación y pasas al Legislativo de los tres países, quienes tendrán el proceso de ratificación (…) aunque tarde la aprobación, da certidumbre de que ya tienes un acuerdo”, añadió.
Descartó que la aprobación del T-MEC, el cual sustituirá al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pueda concretarse en el Congreso estadounidense de aquí a diciembre, a pesar de que lo pidió un grupo de senadores republicanos, porque hay muchos otros temas pendientes en el vecino país, por ejemplo, en materia presupuestal.
Para el representante del CCE el tema no es si se aprobará o no, sino que el punto es cuánto se tardarán en aprobarlo. No obstante, confió en que en Estados Unidos habrá un número importante de legisladores demócratas que apoyarán el T-MEC, a pesar de que se dice que son más adversos a la apertura comercial.
Kalach insistió en que la certidumbre que se generará con la firma del tratado comercial es transexenal, porque plantea reglas de largo plazo, y por ello no se puede condicionar la firma a que Estados Unidos elimine los aranceles de 25% al acero y de 10% al aluminio.
“No puedes generalizar un problema de un sector a toda la economía; tenemos otros conflictos comerciales con EU y eso no quiere decir que no tengamos libre comercio. Tenemos dolphin safe en el atún (los problemas para que se dé la etiqueta al pescado mexicano), el transporte de carga, etiquetado de carne, entre otros temas”, abundó Kalach.
Añadió que el sector privado no está de acuerdo con la medida arancelaria al acero y al aluminio, conocida como sección 232, “pero de ahí a condicionar la firma del acuerdo con la 232 es algo exagerado”.
Para el líder empresarial, todos los sectores son importantes y a todos se les dio la misma consideración durante la renegociación del TLCAN, consideró.
Con respecto a la administración entrante, expuso que la próxima subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora, conoce bien los temas sectoriales.
Además de lo anterior, se mantendrá la comunicación con la autoridad vía el Consejo Consultivo Estratégico de Negociaciones Internacionales, el cual seguirá operando como hasta ahora, agregó.