La economía mexicana registró un crecimiento de 0.9% entre julio y septiembre del presente año, suficiente para superar en 0.3% el nivel alcanzado en los últimos tres meses de 2019, previos a la crisis sanitaria, revelan los datos del Producto Interno Bruto (PIB) publicados por el Inegi.
El valor del PIB se calculó en 18.5 billones de pesos restando la inflación, con lo que finalmente superó el nivel que tenía antes de la pandemia, de 18.4 billones, una diferencia de 51.5 mil millones en términos reales, informó Julio Santaella, expresidente del Inegi, en su cuenta de Twitter.
“El dinamismo secuencial de la economía compensa el incremento en los vientos en contra relacionados a una inflación más alta y a mayores riesgos de una recesión debido a un apretamiento monetario más rápido”, estimaron analistas de Banorte.
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Sin embargo, la recuperación en comparación con los niveles anteriores a la pandemia no es homogénea, pues todavía hay actividades que reportan un rezago importante, tal es el caso del PIB de la industria de la construcción, que se encuentra 4.7% por debajo del nivel alcanzado en el cuarto trimestre de 2019, así como la minería, que registra todavía un déficit de 2.9% en el mismo lapso.
El sector que no ha logrado superar la crisis sanitaria es el relacionado con los servicios, cuyo valor agregado en términos generales todavía se encuentra ligeramente por debajo, en 0.04%.
A su interior destacan los casos de los servicios financieros y de seguros, con un rezago de 2.5%, así como el alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, cuyo valor se encuentra 1.4% por debajo de 2019.
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Destacan los servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos, que se han desplomado 71.1% durante la pandemia, producto de la eliminación de la subcontratación en el país.
Por el contrario, entre las actividades que han logrado superar con la crisis sanitaria sobresalen, por su contribución a la economía, las industrias manufactureras, cuyo valor agregado en conjunto se encuentra 7.1% por arriba del nivel reportado en 2019.
Dentro del sector servicios destaca el comercio mayorista y minorista, con una recuperación de 10.6% y 7.6% respectivamente; así como los servicios de esparcimiento culturales y deportivos, 6.3%, y los servicios de salud y de asistencia social, 6.0%.
Asimismo, la actividad agropecuaria reporta un crecimiento de 7.6% con relación al último trimestre de 2019, ya que esta rama de la actividad fue de las menos afectadas por la pandemia debido a que no dejó de operar dado su carácter prioritario.
Pese a la recuperación del golpe de la pandemia, la economía mexicana en su conjunto todavía se encuentra 0.4% por debajo de su máximo histórico alcanzado en el tercer trimestre de 2018, a finales del sexenio pasado.
“La inversión fija bruta, que debería ser motor interno de crecimiento, sigue muy rezagada respecto a su máximo histórico alcanzado en julio de 2018. Así que antes de celebrar hay que reconocer de dónde proviene el crecimiento y arreglar los problemas internos que frenan a la economía de México”, dijo Siller.
En opinión de los analistas de Banorte, el resultado del PIB al tercer trimestre es bastante positivo y apoyan su expectativa de crecimiento de 2.7% para todo este año.
Sin embargo, advierten que este pronóstico implica una caída secuencial de alrededor de 0.2% en los últimos tres meses, impactada por dos factores. El primero es la expansión acumulada de 3.3% en lo que va del año y el segundo tiene que ver con los retos adicionales para la actividad, derivados de las persistentes presiones en precios, el apretamiento monetario adicional, que ha provocado temores de recesión, y la incertidumbre constante para las cadenas de suministros.
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