La economía mexicana reportó un crecimiento de 1.1% de enero a marzo y acumuló seis trimestres al alza, siendo la racha positiva más larga desde mediados de 2017, según la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) del Inegi.
La segunda mayor economía de América Latina sorprendió a los especialistas, cuya expectativa indicaba una expansión de 0.8% a tasa trimestral.
Uno de los factores que contribuyeron al resultado fue el consumo, pues se ha mostrado bastante resiliente ante la inflación y otros choques que ha observado la economía en los últimos meses, opinaron analistas.
Las actividades relacionadas con los servicios lideraron el dinamismo, con una alza de 1.5% y fue la cifra más elevada desde el cuarto trimestre de 2020.
El sector servicios fue el más golpeado por la pandemia, por lo que muchas de las actividades que lo integran no han logrado recuperarse, lo que les da margen para crecer de manera más ágil, explicó Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más.
El bajo desempleo y la normalización de los patrones de consumo habrían impulsado de nuevo la actividad comercial, así como los servicios de transporte, esparcimiento, alojamiento y restaurantes, agregó.
Destacó los servicios de apoyo a los negocios, que fueron afectados por la reforma laboral que eliminó la subcontratación, pero que ahora se está recuperando con creces a partir de una base de comparación más favorable.
El PIB industrial observa un crecimiento de 0.7% entre enero y marzo, su alza más elevada desde el primer trimestre de 2022. Los datos de enero y febrero muestran fortaleza en la minería, sobre todo por actividades relacionadas con la construcción y las manufacturas mixtas.
El desempeño de la industria en el primer trimestre es mejor de lo anticipado hace unos meses, debido a la resiliencia de Estados Unidos, que siguió creciendo a un buen ritmo en el periodo pese a las alzas acumuladas en tasas y temores de una recesión, indicaron expertos de Banorte.
Las actividades agrícolas, pecuarias, forestales y pesqueras registran una contracción de 3.2%, luego de ligar tres trimestres de crecimiento. Estas actividades son muy volátiles y hay muchos temas agropecuarios que generalmente salen de control como los temas relacionados con las sequías, las plagas o ciertas restricciones que pudieron afectar su producción en los primeros tres meses del año.
En términos generales, la economía mexicana inició 2023 con fuerza; sin embargo, se mantiene la expectativa de que la actividad se desacelere en los próximos trimestres, ante el apretamiento monetario mundial, señaló Saldaña, analista de Ve por Más.