Más Información
Noroña habla sobre prórroga del INE para elección judicial; “Veo complicado que se mueva, pero lo resolveremos”, señala
Detienen a dos implicados en la masacre de Los Cantaritos en Querétaro; cuentan con antecedentes penales
Liberación del empresario Tariácuri Hernández; la intervención de autoridades y la oración de su familia
Hay que encontrar un balance al retomar las actividades productivas para que la economía no colapse, pero conforme sugiere la autoridad respecto a la pandemia, afirma Alejandro Ramírez, director General de Cinépolis.
Sin embargo, ese proceso debe realizarse garantizando que la clientela se sienta segura y con el menor riesgo de contagio, para así evitar despedir colaboradores, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Tenemos que reactivar la economía, porque si no la economía misma se va a colapsar, las empresas se vuelven insostenibles. Hay que reactivar de manera paulatina, gradual y responsable como nos invitan a hacerlo las autoridades”, explica.
El virus sigue aquí y seguirá estándolo, señala, de manera que se debe aprender a coexistir con él, cambiando diversas prácticas del estilo de vida, como usar cubrebocas y tener un menor contacto físico.
Este lunes, Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, hizo un llamado al Consejo de Salubridad General que no emita más reglas innecesarias sobre la reactivación.
“Como señalan varios empresarios, que hay que salir y reactivar porque, si no, como por ahí dice alguien, ‘igual no nos morimos de coronavirus, pero sí de hambre’”.
Peligro inminente
Cinépolis tiene más de 43 mil empleados en el mundo, de los cuales 26 mil están en México, así que la pandemia es un reto, porque cuando inició el cierre de actividades se preveía que fueran por 10 semanas, y hasta ahora van 13.
La cadena no ha despedido colaboradores y han dado a empleados su quincena, dice Ramírez.
Lo que el viento se llevó
De recuperar lo perdido por los meses de cierre, el directivo dijo que es como “lo que el viento se llevó”.
“En marzo, abril y mayo perdimos 50.2 millones de espectadores, o sea son los boletos que habríamos vendido sólo en México, y 33.2 millones fuera. Nuestra pérdida es de 83.5 millones de boletos, que no puedes recuperar”, explica Ramírez.
El confinamiento y el cierre de negocios bajó ingreso en hogares, por lo que Cinépolis hará promociones para que la gente vuelva al cine.
A pesar de esta caída, Cinépolis Klic, negocio de renta y venta de películas por streaming, ha tenido buenos resultados, llegando a casi 4 millones de usuarios activos.
¡A toda máquina!
A partir de este lunes, en el semáforo federal 16 estados pasarán de rojo a naranja, fase que incluye a cines para su reapertura, pero con reducción de aforo.
Ramírez señala que conversan con autoridades de esas 16 entidades para reactivar las casi 3 mil 988 salas con que cuentan en el país.
“Pero también [se hace] en las 16 que no pasan a naranja, porque en algún momento van a pasar. Va a ser una reapertura gradual y paulatina que durará lo que resta de junio y la primera mitad de julio”, señala.
El objetivo es abrir la mayoría para julio, confía Ramírez. En los 17 países donde Cinépolis opera, el cine está en la primera fase de reapertura de actividades no esenciales.
La cadena ya reabrió en Aguascalientes, Michoacán y Quintana Roo, con la encomienda de que la experiencia sea placentera y segura.
¡Tan lejos, tan cerca!
“Estamos abocados a que el cine sea una actividad muy segura, porque contamos con todos los protocolos de seguridad sanitaria y porque el cine, a diferencia de otros entretenimientos fuera de casa tiene bajo riesgo de contagio”, asegura Ramírez.
Esto se debe a que el contagio se propaga cuando la gente habla, canta o grita, pero en una sala de cine se mantiene callada por dos horas y todos viendo en la misma dirección.
Además, se ubicará a los espectadores dentro de la sala con distanciamiento de un metro y medio.
“Con eso, el riesgo de contagio es muy bajo, y entre funciones hacemos una sanitización profunda de butacas, barandales, espacios de taquilla, dulcería y sanitarios”, dice.
Menciona que, por ejemplo, en Corea del Sur y Japón no cerraron las salas de en durante la pandemia, y sólo redujeron el aforo a la mitad, “porque no lo consideraban un espacio de alto riesgo”.