El gran momento que atraviesa el precio del cobre en los mercados de las materias primas alcanza repercusiones en subproductos clasificados como basura. La chatarra y otros metales se han revalorado y se convirtieron en fuente de ingreso en los tiempos de recuperación después del impacto del Covid-19.
El cobre ha rebasado los 10 mil dólares por tonelada y se espera que se mantenga al alza. En consecuencia, un kilo de cobre considerado como “fierro viejo” alcanza precios que van de 145 a 160 pesos, con lo que cable viejo o tubería, entre otros derivados, son bien cotizados en chatarrerías o camionetas que recorren las calles de las principales colonias del país en busca de metales de desecho.
Así, el aluminio o la misma chatarra se han beneficiado de este buen momento del cobre. Las latas de refresco o cerveza se compran en 20 pesos el kilo en promedio y la chatarra en seis pesos el kilo, con lo que toda la pedacería que se consideraría como basura se ve con buenos ojos entre los negocios de reciclaje.
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“Durante la mayor parte de los últimos meses, el mercado del cobre se centró firmemente en la demanda, ya que China se recuperó rápidamente de la crisis del coronavirus y otros países desataron estímulos de tecnología verde para sacar sus economías de la crisis. Si bien ambos factores siguen vigentes por ahora, creemos que se compensarán entre sí a largo plazo.
“La demanda china por cobre se desvanecerá en el contexto de una demografía desfavorable y la transición de la economía de un crecimiento impulsado por la inversión a uno motivado por el consumo, por lo tanto, no vemos que el mercado del cobre entre en un súper ciclo”, explicó la consultora Julius Baer.
El escenario para el cobre en el mediano plazo es alcanzar hasta los 20 mil dólares para 2025, de acuerdo con previsiones de Bank of America, ante una previsión de escasez del metal como consecuencia de la alta demanda a escala mundial.
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“Los inventarios medidos en toneladas están en niveles vistos hace 15 años, lo que implica que las existencias cubren más de tres semanas de demanda.
“Esto se genera cuando la economía mundial comienza a abrirse y reafirmarse. Vinculado a eso, se pronostica un déficit en el mercado del cobre y más caídas de inventario en 2021 y 2022”, detalló la firma.
Basura revalorada
El señor Gil Hernández es herrero y por años acumuló varios kilos de chatarra procedentes del desperdicio y pedacería de su trabajo. En dos tambos viejos se juntaron más de 280 kilos de fierro viejo, que le representaron un ingreso por mil 680 pesos al venderlos hace unos días, aprovechando el buen momento que vive el cobre y su impulso sobre otros metales.
Hace unos años, la chatarra se cotizaba en unos cuantos centavos el kilo, con lo que se necesitaban toneladas para obtener una ganancia a partir de residuos de hierro, rebaba y otro tipo de desechos.
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“Poco a poco junté unos buenos kilos de chatarra. En la familia siempre me dijeron que la tirara, que sólo estorbaba. Ahora, cuando el cobre se está comprando a buen precio, a más de 150 pesos el kilo, provocó que la chatarra se compre en más de seis pesos en varios lugares y todo indica que estos precios van a durar un buen tiempo”, explicó.
En recorridos por chatarrerías realizados por EL UNIVERSAL, se observó a varias personas vendiendo latas, cobre y otro tipo de metales buscando obtener un ingreso extra en los actuales días de crisis económica.