Nos platican que, desde hace semanas, funcionarios están pidiendo a empresarios absorber el alza de precios, con el argumento que el gobierno federal ha logrado mantener, con esfuerzos, los subsidios para que no suban los combustibles. Sin embargo, nos explican que los principales productores de alimentos de la canasta básica sostienen que el actual margen de ganancia es muy bajo. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, confirma que el gobierno tiene reuniones con ellos para pedirles que asuman el “compromiso” de no subir precios, pero deja claro que no es un “pacto”, porque esta última palabra le disgusta a la autoridad. Es decir, se busca tener un Pacto, pero que no se llame Pacto como se le llamaba a este tipo de acuerdos en los tiempos de un gobierno innombrable.
Infonavit en el AIFA
Como parte de las acciones para celebrar sus 50 años de existencia, nos dicen que el Infonavit, que dirige Carlos Martínez Velázquez, abrirá nuevas instalaciones y centros de servicio, y uno de ellos estará ubicado en el recién estrenado Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Nos comentan que, en la zona aledaña a la terminal, hay 291 mil créditos activos del instituto, personas cuyo centro de servicio más cercano está en Tlalnepantla, Estado de México, o Pachuca, Hidalgo. Por lo que, aprovechando que hay nuevas opciones de transporte para llegar al AIFA, se pensó que una buena opción para instalar una oficina de atención a los derechohabientes de los municipios aledaños era precisamente el nuevo aeropuerto. Nos explican que esta oficina abrirá en junio. Además, de que también se va a remodelar el centro de atención de Vallejo.
¿Bimbo se pone fit?
Nos hacen ver que la venta de Ricolino por parte de Bimbo, de Daniel Servitje, a Mondelez, refuerza la estrategia de la compañía por enfocarse en su negocio de granos, en un entorno en el que los clientes buscan productos más saludables en línea con las tendencias de alimentación que se consolidaron tras la pandemia de Covid-19. Nos detallan que la venta por 27 mil millones de pesos de la firma de productos icónicos como la Paleta Payaso, Panditas y Bubulubú, por mencionar sólo algunos de una amplia lista de golosinas, también consolida a la panificadora mexicana para seguir compitiendo en un ambiente complejo presionado por la fuerte inflación que prevalece en los mercados y que, de momento, no se vislumbra a ciencia cierta cuándo comenzará a ceder. Nos explican que el cambio será casi imperceptible para los fieles consumidores de los productos de Ricolino y habrá que esperar qué tanto los nuevos propietarios deciden modificar estas golosinas que se han mantenido por décadas en el gusto de los mexicanos.