La llegada de Airbnb ha supuesto una revolución del mercado turístico en la última década, al liderar una modalidad de hospedaje cuya apuesta es que el viajero viva experiencias diferentes, se sienta parte del destino y no un simple visitante.

Creada en 2008 por emprendedores en San Francisco, California, la plataforma es un intermediario entre dueños de departamentos o casas que quieren alquilar temporalmente su propiedad, y por otro lado con turistas que buscan hospedaje. Es un modelo de negocio que se basa en el cobro de una comisión al anfitrión y otra al huésped.

La comunidad que representa Airbnb ha crecido de forma exponencial en 10 años, lo que ha sido posible por los avances tecnológicos y las nuevas formas de pensar, sentir y vivir de la generación actual de viajeros, porque cuesta trabajo imaginar a una persona nacida a mitad del siglo XX compartiendo hospedaje con un completo desconocido.

La plataforma ofrece la posibilidad de reservar una habitación desde el teléfono celular en 100 mil ciudades y 191 países. La oferta supera a Marriott International, la mayor cadena hotelera del mundo, la cual tiene operaciones en 131 naciones.

Pero Airbnb intenta desmarcarse del turismo tradicional. La plataforma busca que los viajeros se sientan como en casa en su visita, aprovechando las tendencias de consumo que buscan experiencias, para adentrarse a la cultura de las sociedades.

La diversidad de alojamientos que ofrece la plataforma va desde una casa en el árbol, hasta un castillo.

Irrupción de Airbnb revoluciona hospedaje
Irrupción de Airbnb revoluciona hospedaje

Más allá de las típicas excursiones o clases, Airbnb propone un servicio llamado Experiencias que son actividades diseñadas y organizadas por los residentes del destino para que los viajeros se sumerjan en el mundo singular de cada anfitrión.

Además, al rentar temporalmente sus inmuebles, los residentes han encontrado la posibilidad de obtener ingresos económicos superiores en comparación con alquilarlos por largos plazos, sin tener que lidiar con avales o malos inquilinos.

A principios de año, el equipo de Airbnb entrevistó a 4 mil 500 personas que rentan sus propiedades en la plataforma, 51% dijo que el dinero que obtiene lo ayuda a pagar y mantener su casa.

Hace casi tres años que la empresa llegó a México, pero tan sólo en 2018 hubo 5 millones de personas que encontraron hospedaje en los 177 mil espacios que ofrece en el país, más que toda la población conjunta de Yucatán, Quintana Roo y Campeche.

El 61% de estos viajeros fueron mexicanos, cuya mayoría son originarios de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, de acuerdo con cifras de la empresa que dirige Ángel Terral en el país.

El turismo es uno de los sectores en los que la digitalización ha impactado más intensa y rápidamente durante la última década, proceso que ha permitido que incluso personas con presupuestos limitados puedan emprender sus viajes.

Con una estadía promedio de tres días, el precio por noche en viajes por México es de alrededor de mil 500 pesos alojándose en propiedades registradas en Airbnb.

El país es el noveno mercado más importante para la compañía, luego de que sus visitantes generaron un impacto económico directo de 2 mil 700 millones de dólares en 2018, cerca de 52 mil millones de pesos.

Quintana Roo es la entidad que más turistas recibe con Airbnb, con 951 mil viajeros en 2018; le sigue Ciudad de México, con casi 620 mil.

Además de los clásicos destinos, la plataforma ha empoderado sitios menos tradicionales y se ha convertido en una pieza clave de la diversificación del turismo, considerando que 750 destinos cuentan con espacios para compartir en Airbnb.

Ejemplo de ello es que 876 mil turistas se hospedaron en 81 de los 121 Pueblos Mágicos del país mediante la plataforma en el último año.

“Airbnb está presente en una amplia diversidad de pueblos y ciudades en México y, por el tipo de alojamiento que propone apuesta a diversificar el turismo en México; es decir: ayuda a que cada región amplíe su oferta de hospedaje e impulsa a que los destinos para hacer turismo en el país sean vez más variados y generen un círculo virtuoso en sus economías”, dijo Carlos Olivos, director de Comunicación de la firma para América Latina, en entrevista con EL UNIVERSAL.

Los servicios de hospedaje de persona a persona tipo Airbnb tendrán un crecimiento anual de 31% entre 2013 y 2025, tasa seis veces mayor a la de servicios tradicionales, indica el informe del Banco Mundial, Tourism and the Sharing Economy.

Cada ciudad y país en el mundo actúa por su cuenta frente a las plataformas digitales, pero la tecnología y los consumidores están dando un giro que parece irreversible en las modalidades de hospedaje.

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