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Cada tres meses, el gobierno federal y el sector privado evaluarán si el impuesto de 25% aplicado a las importaciones de Asia frenan la entrada de prendas de vestir que llegan vía prácticas ilegales, dio a conocer el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), Emilio Penhos Mougrabi.
El problema, dijo, es que como Estados Unidos dejó de importar mercancías de China, México se convirtió en un destino para esas prendas que ya no compra el mercado estadounidense.
Esto puede dañar al sector mexicano, porque las prendas entran a precios inferiores al real, además de que en Asia hay apoyos gubernamentales a las industrias, así como trabajo infantil y forzoso, entre otras prácticas desleales A unos días que se emitió el decreto por el cual se impusieron aranceles a productos agrupados en un total de 483 fracciones arancelarias del sector acero, textil, confección, calzado, plástico, papel e instrumentos musicales, el líder de la Canaive aseguró que la decisión “está bien”, porque “trata de frenar las malas prácticas de países con los que no tenemos acuerdo comercial”.
Además, la medida busca “compensar en cierta medida, los múltiples apoyos de gobiernos a sus industrias, apoyos que, de acuerdo a lo establecido en la OMC (Organización Mundial del Comercio, están prohibidos”, dijo a EL UNIVERSAL.
Reiteró “el compromiso de que los cambios no van a afectar los precios al consumidor, por arriba de la inflación, y esto sí funciona porque se apoya a productos que se hacen en México” y añadió que “no es una medida proteccionista”.
Detalló que el arancel de 25% aplica para prendas como pantalones de mezclilla, sacos, chamarras, faldas, suéteres, así como colchas y diversa ropa de cama, las cuales se fabrican en México con muy buena calidad, pero el impuesto excluye prendas que no se elaboran en el país como seda y otras telas finas.
Desde el punto de vista de Penhos Mourgrabi, con la medida se va a recuperar el mercado nacional “de alguna manera”, además de que se “protege a la industria”.
En su opinión, además de esta medida, el acuerdo debe acompañarse de otras para combatir el contrabando y la inseguridad, porque la industria del vestido es de las más afectadas con altas tasas de incidencia de delitos.