Los principales motores de la economía, la inversión física y el consumo privado interno rebotaron en junio debido a la reactivación de algunas actividades estratégicas, así como por la relajación del confinamiento y las restricciones al comercio.
Este repunte en ambos indicadores se registró luego de cuatro meses seguidos a la baja (entre ellos abril y mayo). No obstante, el rebote de junio, los niveles de inversión y el consumo están por abajo de los registrados previo a la pandemia.
La inversión fija bruta reportó un alza de 20.1% en términos reales durante junio respecto a mayo, informó el Inegi.
Por componentes, los gastos efectuados en maquinaria y equipo total crecieron 25.8% de mes a mes. Los de origen nacional subieron 34.9%, y los importados aumentaron 18.9%.
Pese al repunte mensual de la inversión fija bruta en junio, su nivel todavía sigue 25.2% por debajo del reportado en el mismo mes de 2019, con lo que acumula 17 meses consecutivos en terreno negativo a tasa anual.
Daniel Arias, analista económico de grupo financiero Monex, considera que la inversión y el gasto del gobierno serán los elementos de la demanda agregada que más se desacelerarán en la segunda mitad del año.
Ello tendrá un efecto negativo sobre el crecimiento potencial de los próximos años, dijo.
A su vez, el indicador mensual del consumo privado en el mercado interior aumentó 5.5% en junio respecto a mayo. Por componentes, en bienes y servicios de origen nacional se elevó 4.5% en el periodo, mientras que el de bienes importados subió 10.6%.
Dependiendo del manejo de la pandemia se reactivará la economía, permitiendo recuperar más empleos, se disipe la incertidumbre y mejore el consumo, señaló Iván Huerta, analista económico de Grupo Financiero Ve por Más.