En el mundo financiero se habla cada vez más de un , donde los administradores de recursos buscan colocar el dinero en empresas que reduzcan su huella de carbono, desarrollen tecnologías verdes y tengan un impacto positivo en las comunidades donde están instaladas. Más allá de una moda, es una tendencia que llegó para quedarse, y países como México poco a poco la han comenzado a adoptar.

Las inversiones sustentables, mejor conocidas como criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG o ESG, por sus siglas en inglés), están enfocadas a captar recursos para financiar proyectos con impacto social o dirigidas a compañías que quieren mejorar su perfil de sustentabilidad.

En México, recientemente las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) han comenzado a adoptar este tipo de criterios para la selección de sus inversiones; sin embargo, el mercado nacional todavía es muy pequeño comparado con el desarrollo que ha alcanzado en economías mucho más maduras sobre la materia, donde administradoras de activos latinoamericanas desempeñan un papel relevante.

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“No es moda. Es un tema que llegó para quedarse. Fuimos la primera Afore signataria de los principios de inversión sustentable. Fuimos la primera compañía en América Latina en pensiones, en fondos de ahorro para el retiro, con compromiso total de llevar nuestros portafolios a una descarbonización en 2030, una fase, y otra en 2050. Estamos trabajando en una reducción del calor de nuestros portafolios”, explica el director General de Sura Asset Management, Ignacio Calle.

En entrevista con EL UNIVERSAL, comenta que los grandes administradores de inversiones globales se han volcado sobre este tema, en el cual el principal reto es convencer a las compañías en comprometerse con criterios de sustentabilidad y transparencia.

“Estamos comprometidos con este tema ASG. En un portafolio de este tamaño, 155 billones de dólares no podemos llegar de un día para otro y decir ‘tú tienes una compañía de energía, no cumples y bajamos inversión’. El tema es trabajar con las compañías en las que nosotros invertimos para que vayan mejorando sus indicadores, su trabajo en materia ambiental, el impacto que tienen las comunidades donde están presentes en materia de mejoramiento de códigos de gobierno corporativo, que lleven a tener mucha más transparencia”.

De acuerdo con la administradora de activos Natixis, el acrónimo ASG (ambiental, social, y gobernanza) se usa en general en el sector de inversiones para describir varios factores no financieros que pueden tener un efecto en el desempeño financiero de una compañía o un valor.

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La empresa resalta que los activos bajo gestión en Estados Unidos por medio de estrategias de inversión sustentable aumentaron 42% entre 2018 y 2020.

Para dimensionar el compromiso de los grandes inversionistas sobre el tema, Larry Fink, presidente y CEO de BlackRock, el principal administrador de fondos en todo el mundo, dijo en enero de 2021 que la firma dejará de participar en empresas contaminantes en 2050.

“No es moda, es una realidad, y lo más bonito de todo es que cada vez nos metemos más administradores de activos a trabajar criterios ASG y que claramente trascienden a nuestras inversiones”, enfatiza Ignacio Calle, de Sura Asset Management.

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Compromiso a largo plazo

De acuerdo con Natixis, gran parte de este tipo de inversiones busca tener gran impacto a partir de estrategias que abordan retos económicos, sociales o ambientales específicos, incluyendo las Metas de Desarrollo Sostenible de la ONU (SDGs).

“Las SDGs están en el centro de la agenda 2030 para el desarrollo sustentable que han adoptado todos los Estados miembros de las Naciones Unidas desde 2015. Las 17 metas específicas representan un llamado urgente a la acción para que los países colaboren en el combate a la pobreza, mejorar salud y educación, reducir la desigualdad y promover el crecimiento económico, a la vez que enfrentan el cambio climático y cooperan para preservar nuestros océanos y bosques”, explica Natixis.

De acuerdo con el Forum for Sustainable and Responsible Investment (US SIF), 26% de los activos manejados por profesionales en Estados Unidos correspondieron a firmas con propósitos ASG, con recursos que superan los 12 billones de dólares.

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En el caso de México, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) explica que en junio de 2020 se lanzó el índice S&P/BMV Total México ESG, conformado por 29 empresas que cumplen con objetivos ambientales, sociales y de gobernanza. Al mismo tiempo se ha impulsado la creación de bonos verdes, sustentables y sociales, financiando con más de 50 mil millones de pesos a más de 10 empresas e instituciones.

Falsedades

El gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su siglas en inglés), Agustín Carstens, ha criticado que se utilice la etiqueta de inversiones verdes o sustentables sin que haya la suficiente transparencia sobre la forma en que se emplean los recursos o se trata de una simulación por parte de las empresas.

El fenómeno, conocido como greenwashing, ha despertado alertas sobre falsas etiquetas verdes, por lo que diversas instituciones han hecho un llamado a que realmente haya un compromiso con la sustentabilidad y con los Acuerdos de París.

“Las etiquetas verdes y las calificaciones ESG frecuentemente no son suficientemente claras sobre la promesa de beneficios medioambientales y ofrecen poca seguridad que los beneficios se materializarán”, resalta Carstens.

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En México también se ha hecho eco sobre el greenwashing, por lo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha anunciado que emitirá detalles sobre el impacto real de sus inversiones sustentables en diversos mercados, a fin de evitar esta simulación y realmente avanzar en objetivos de sustentabilidad.

“La forma en la que México y nosotros en Hacienda lo queremos hacer, es primero incrementar la transparencia con los inversionistas y el compromiso. Eso quiere decir que les haremos saber a los inversionistas que los gastos asociados cumplen con criterios, estándares internacionales verdes y sociales, y estas son las metas específicas que se quieren lograr”, manifestó en junio pasado el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.