Las , la depreciación del peso ante el dólar, así como la incertidumbre política en México y Estados Unidos, van a provocar una disminución en la inversión física al comenzar el sexenio de, estiman analistas bancarios consultados por El Gran Diario de México.

De confirmarse, será la primera caída desde 2020 —cuando comenzó la pandemia de Covid-19—, de acuerdo con los registros del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El subdirector de estudios económicos de CitiBanamex, Rodolfo Ostolaza, calcula que la inversión fija se reducirá 2.5% durante 2025, mientras que Gabriela Siller, economista en jefe de banco Base, anticipa un retroceso de 2% si se aprueban las reformas al Poder Judicial y eliminan los organismos autónomos, debido al deterioro en la relación comercial con Estados Unidos.

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Se apagan los motores. Fuente Citibanamex
Se apagan los motores. Fuente Citibanamex

El director de análisis económico de México en Banorte, Francisco Flores, señaló que la inversión perdió empuje en la primera mitad de este año y la segunda parte se ve más compleja por distintos frentes.

“Por la parte de la inversión pública, esperamos que el dinamismo en las obras de ingeniería vaya disminuyendo conforme la mayoría de los proyectos y de las obras prioritarias van concluyendo, por lo que el impulso de ese lado se va moderando”, mencionó en entrevista con EL UNIVERSAL.

Sin embargo, en la parte de la inversión privada dijo estar más optimista al considerar que en la construcción de espacios industriales todavía los resultados son positivos por el impulso relacionado con el nearshoring o relocalización de cadenas productivas, por lo que puede existir algo de empuje todavía en lo que queda de 2024 y 2025.

La directora de análisis económico de Monex, Janneth Quiroz, destacó la desaceleración de la inversión en maquinaria y equipo, principalmente en el rubro de importaciones de transporte debido al repunte del tipo de cambio.

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Cifras del Inegi señalan que la Inversión Fija Bruta se expandió 8.5% en la primera mitad de 2024, casi la mitad del mismo periodo de 2023, cuando creció 15.3%.

La mayor pérdida de velocidad se registró en el gasto público, que pasó de marchar a un ritmo de 19.9% a 4.5%, mientras que la inversión privada se desaceleró de 14.8% a 9%.

Vientos en contra

Siller estima que la inversión baje en 2025 ante el menor dinamismo del gasto en obra pública, resultado del cambio de gobierno y la necesidad de reducir el déficit fiscal, lo que pasará factura a la construcción, que representa 54% del capital total.

Ostolaza expuso que, aunque ya empezó el ciclo de recortes del Banco de México (Banxico), las tasas de interés se van a mantener en un nivel alto y tendrán un impacto negativo en la inversión.

También señaló el repunte del tipo de cambio que, desde el triunfo de Morena en las elecciones del 2 de junio, acumula una depreciación frente al dólar de 17.5% al pasar de 16.99 a 19.97 unidades al mayoreo.

El experto de CitiBanamex indicó que, antes de la pérdida cambiaria, se notó un repunte en la compra de maquinaria y equipo fabricado en el extranjero, pero ahora viene una disminución en el dinamismo de este componente.

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Para Flores, de Banorte, la depreciación puede jugar un papel positivo y negativo, ya que los dólares que inversionistas extranjeros traen a México ganan valor y eso puede incentivarlos a traer más capitales.

“No queda del todo claro que pueda ser mayor ese incentivo de venir a invertir, por ser más barato en términos relativos, que por el encarecimiento de las importaciones de algunos bienes de capital”, dijo.

Ostolaza expuso que las expectativas en torno a las reformas al Poder Judicial han inyectado mayor incertidumbre sobre el futuro de la inversión en México.

“Las reformas que se están proponiendo, que conocimos desde febrero, y que comienzan a avanzar en el proceso de su aprobación con la nueva Legislatura, sin duda cambian las reglas del juego, principalmente por esta capacidad de modificar la Constitución por parte del partido en el poder”, opinó el analista de CitiBanamex.

Desde su punto de vista, esto pone nerviosos a los empresarios, no sólo a los capitales golondrinos, que ya comenzaron a salir, sino a los que están llevando a cabo inversiones con miras de largo plazo.

“Lo vimos en los datos de la Inversión Extranjera Directa, que en el segundo trimestre fue el más bajo de las nuevas inversiones en varios años, lo cual es relevante”, destacó Ostolaza.

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Ver y esperar

Hizo ver también la incertidumbre de la elección presidencial de noviembre en Estados Unidos, donde al parecer hay un empate técnico entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris.

“Los que están pensando en invertir en México para aprovechar su localización y formar parte de esta narrativa del nearshoring, en estos momentos están en una actitud de ‘wait and see’ [ver y esperar]”, comentó Ostolaza.

Flores, de Banorte, opinó que el triunfo de Trump y Harris tendrá implicaciones distintas para México. “Sabemos que en general la política exterior de Estados Unidos en las administraciones de Trump y Biden mostraron tintes proteccionistas; sin embargo, las declaraciones de Trump preocupan mucho más y esto ya ha tenido repercusiones en la industria automotriz, como en el caso de Tesla, donde el propio Elon Musk dijo que iba a estar en pausa hasta no saber cuál será el resultado”, mencionó Flores.

Ostolaza dijo que, conociendo la personalidad de Trump y la fortaleza de Estados Unidos, es probable que el republicano lleve a cabo una negociación agresiva del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). En el caso de un triunfo de Harris, expresó, “no me queda tan claro que con ella habrá una negociación mucho más suave”, por lo que es demasiado pronto y arriesgado decir qué candidato estadounidense puede ser mejor para la economía mexicana.

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