Entre septiembre de 2021 y junio de este año el gobierno echó mano de inventarios de gasolinas, diesel y turbosina ante el creciente consumo de combustibles por la eliminación de medidas restrictivas aplicadas ante la pandemia de Covid-19, muestra un reporte de la Secretaría de Energía (Sener).
De acuerdo con el cuarto informe de labores de la dependencia, en septiembre de 2021 los inventarios de gasolina en terminales marítimas y terrestres registraron un valor de 7.1 millones de barriles, pero al 30 de junio de 2022 se ubicaron en 5 millones de barriles, un decremento de 30% en ese lapso.
El documento refiere que, según datos del Sistema de Información Energética de la Sener, el volumen de ventas de gasolinas Magna y Premium de Petróleos Mexicanos (Pemex) en septiembre del año pasado, excluyendo a estaciones de servicio de otras marcas que venden su propio producto, fue de 551.9 mil barriles diarios.
Sin embargo, en junio de este año se ubicaron en 721.1 mil barriles diarios, es decir, un aumento de 30.6% en 10 meses.
Ramsés Pech, especialista del sector y socio de la consultora Caraiva y Asociados-León & Pech Architects, consideró que México necesita subir la producción de 1.7 millones de barriles diarios de crudo a 2.5 millones para cubrir la dieta del sistema de refinación y de la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco.
De otra forma, agregó, la creciente demanda se comerá fácilmente la producción nacional de combustibles, incluyendo lo que pueda aportar la refinería de Deer Park, Texas, adquirida a inicios de año, y obligará a seguir importando el equivalente a 65% del consumo nacional.
Aunque el nivel de inventarios no bajó a niveles riesgosos, de acuerdo con las políticas de la Sener, Pech dijo que se puede inferir que “en México estamos lejos de ser autosuficientes [en combustibles] por la falta de materia prima para refinerías y exportación, y además por la incertidumbre del Sistema Nacional de Refinación, que no termina por despegar”.
También diesel y turbosina
El reporte de la Sener, publicado hace unos días, también muestra que los inventarios de diesel cayeron 26.2%, al pasar de 3.6 millones de barriles en septiembre de 2021 a 2.6 millones en junio de este año “debido al incremento en el consumo de combustibles”, principalmente por el transporte público federal de carga y pasaje.
En el mismo lapso, la demanda pasó de 159.6 mil a 308 mil barriles diarios, un incremento de 92.9%.
A su vez, el inventario de turbosina descendió 19.7%, al pasar de 1.1 a 0.9 millones de barriles en el mismo periodo de 10 meses. En este caso, la demanda pasó de 58.1 mil a 87.9 mil barriles diarios, es decir, 51.2% más.
De acuerdo con la Sener, la reducción de los inventarios entre septiembre de 2021 y junio de este año “obedeció a un aumento en la demanda de gasolina, diesel y turbosina por el incremento de actividades económicas”.
Buena parte del problema radica, según la propia dependencia, en que el Sistema Nacional de Refinación redujo los volúmenes de procesamiento de petróleo crudo entre abril y junio de este año, de 889 mil barriles a 712 mil barriles diarios.
Lo anterior, debido a factores climatológicos, a restricciones en el desalojo de productos terminados, variaciones de calidad del crudo que reciben las refinerías del centro (Salamanca y Tula) y a que la refinería de Cadereyta se vio afectada por la escasez de agua en Nuevo León.
Esto provocó que la producción de combustibles, sobre todo de las gasolinas Magna y Premium, se redujera de 302.7 mil a 205 mil barriles al día durante esos tres meses.
Además, fue necesario recurrir a mayores importaciones, sobre todo de Estados Unidos, de manera que las compras externas de gasolinas pasaron de 387.6 mil barriles diarios en septiembre del año pasado a 437.2 mil barriles diarios en junio, un crecimiento de 12.7%.
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