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El ambiente de inversiones en México empeora porque el gobierno, en lugar de buscar apoyar al sector productivo, castiga la operación de las empresas de diversas formas, con medidas fiscales que intimidan, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
El organismo empresarial señaló que es deseable endurecer la vigilancia y la aplicación rigurosa de las obligaciones tributarias, pero “hay mucha evidencia anecdótica de un comportamiento exageradamente intimidatorio, que algunos califican como extorsión ante amenazas creíbles de la autoridad”.
Esta intimidación “sería otro elemento disuasivo de nuevas inversiones hacia adelante”, expuso.
En el Análisis Económico Ejecutivo semanal, el CEESP detalló que los cambios de reglas en el sector energético y en otros sectores alejan inversiones del país.
“El escenario negativo para la inversión empeora al considerar que en vez de apoyos transitorios a las empresas para aliviar su situación ante la falta de liquidez y proteger el empleo, las autoridades castigan la operación de las empresas de diversas formas”, abundó.
Por una parte están los cambios a las reglas del juego que provocan “cierres de proyectos productivos ya prácticamente concluidos y a impedir otros promisorios desde varios puntos de vista, incluyendo el ambiental —especialmente en el sector energético—, o vía medidas fiscales intimidatorias”.
Las estadísticas muestran que hay una especial preocupación porque la inversión privada cayó 37.4% anual en el segundo trimestre de 2020, lo que muestra que se recrudeció el declive que se veía desde siete trimestres atrás.