Una parte de la alta inflación que vive el país proviene de la carestía mundial, pero hay otra impulsada por la intermediación de los comerciantes que llegan a disparar los precios de algunos alimentos entre el productor y el consumidor final hasta 500%, reveló un análisis del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
“Es algo histórico y no es sólo una práctica en México, sino en todo el mundo, que en la parte final del proceso con el consumidor, el margen de intermediación es muy alto. También pasa en Estados Unidos. Actualmente, a nivel de los empacadores, el precio de la carne está más barata, pero el precio al consumidor no baja, sigue manteniéndose alto”, explicó Juan Carlos Anaya, director general de GCMA.
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Otro caso en el que el margen de intermediación es muy elevado es el del plátano, cuyo precio productor en Tabasco es de 4.20 pesos por kilo, pero se vende al consumidor final en la capital del país en 19.34 pesos, lo que implica un alza de 361%.
El precio del plátano en la Central de Abasto al mayoreo y medio mayoreo fue de 5.30 y 6.11 pesos por kilogramo, respectivamente, por lo que la mayor parte del incremento se concentró en la parte final de la intermediación.
Es por eso que el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) ha solicitado a la Secretaría de Economía (SE) y a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que se lleve a cabo un estudio de los márgenes de intermediación, para que ahí sea donde se ataque el problema de la inflación, comentó Anaya.
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Además de la naranja y el plátano, otro producto que registra un elevado sobrecosto en el margen de intermediación es la zanahoria, cuyo precio inicial al productor fue de 2.90 pesos por kilogramo, pero llegó a 13.82 pesos al consumidor final, es decir, 376% más caro.
De igual forma, la mayor parte de este incremento se observó al final de la cadena, si se toma en cuenta que su precio al mayoreo y medio mayoreo fue de 4.10 y 4.40 pesos, en cada caso.
En una situación similar se encuentran productos como el tomate saladette, cuyo margen de intermediación representó un alza entre su precio al productor y el precio al consumidor de 296%; la papa blanca, 281%; la cebolla bola, 278%; el limón con semilla, 190%; el aguacate hass, 184%; el chile jalapeño, 178%, y la manzana golden, 168%.
Entre los productos pecuarios destacan los casos del precio de la pechuga de pollo, cuyo costo como pollo entero al mayoreo es de 52 pesos por kilo, pero aumentó a 118.48 pesos como pechuga al consumidor, lo que significa un aumento de 128%.
En el caso del huevo blanco, el diferencial entre el precio al productor en granja y al consumidor final fue de 63%; en el caso de la chuleta de cerdo el aumento entre el precio mayoreo y menudeo fue de 34%, y el margen del bistec de res fue de 28%.
“Por eso fue importante que el presidente Andrés Manuel López Obrador hablara con las grandes cadenas comerciales como Walmart, pero que también se hable con los minoristas, porque ahí se puede contener parte de la inflación”, estimó Anaya.
En su opinión, es necesario buscar un acuerdo para que esos márgenes de intermediación bajen, porque sigue siendo muy elevado el diferencial de precios observado entre el medio mayoreo y el consumidor que acuden al autoservicio y a los minoristas.
“Hay que ver cómo disminuimos el acaparamiento, la especulación, pero también algunos abusos que estamos viendo y que están impactando los precios al consumidor y la economía de las familias”, agregó.
De acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), en la canasta básica, el mes pasado los productos con mayor peso tuvieron incrementos de precios por encima de 10%, como es el caso en los costos al público de la tortilla de maíz, el bistec de res, el pollo y la leche.
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