El turismo, fuente importante de divisas para México y de ingresos para muchas entidades en particular, enfrenta una creciente percepción de inseguridad, la cual constituye un riesgo grave para el desarrollo del sector en varios destinos clave para la actividad, de acuerdo con especialistas.
Mientras se lleva a cabo el Tianguis Turístico en la Ciudad de México, y previo a la Semana Santa, hay destinos de playa, pero también Ciudades Patrimonio Mundial, en las cuales cada vez más personas se sienten inseguras, lo que se refleja en el turismo internacional y el local.
La seguridad es un aspecto importante para elegir el destino turístico, pues las personas buscan tranquilidad mientras gozan sus vacaciones, y eso puede impactar en la elección del lugar a donde decidan ir viajeros extranjeros y nacionales, dijo Héctor Magaña, coordinador del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey.
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La Encuesta nacional de seguridad pública urbana del Inegi muestra que la sensación de inseguridad entre habitantes de Cancún subió de 77.5% a 82% entre septiembre y diciembre del año pasado. En el caso de Acapulco, el aumento fue de 71.8% a 76.6% en el mismo lapso, en tanto que en Ixtapa-Zihuatanejo se registró un repunte que significó pasar de 58.2% a 63.2%.
La sensación de inseguridad no sólo se registra en centros de playa, sino también en Ciudades Patrimonio Mundial, como Guanajuato, Oaxaca, Morelia, Puebla e incluso Campeche. En estas localidades la percepción de inseguridad es mayor que el promedio nacional de 64.2%.
Destaca Zacatecas, donde 93.3% de la población reporta tener una sensación de inseguridad, la segunda más alta del país después de Fresnillo, con 97.7%.
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Amenaza latente
Empresarios consultados por el Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) Anáhuac señalan los eventos de violencia de alto impacto mediático y las alertas de viajes como las principales amenazas para el turismo mexicano en 2023.
La inseguridad es uno de los temas que más preocupan al sector turismo, pues si los viajeros ven que en México hay un hecho de violencia, deja al posible visitante con intranquilidad, dijo Humberto Molina, consultor especializado en turismo de Grupo Empresarial Estrategia (Gemes).
En su opinión, la percepción de inseguridad afecta sobre todo a turistas que no conocen bien el país, porque quienes ya lo han visitado saben que hay diferencias entre los destinos, que hay lugares más seguros que otros y, dentro de un mismo destino, ubican las zonas que es mejor evitar.
Al viajero que no está familiarizado con México le afectan las noticias de violencia como la de los estadounidenses que fueron secuestrados en Matamoros, algo que tuvo repercusiones en otros destinos turísticos, agregó.
“Puede ser un efecto temporal, pero cada vez que hay un evento de violencia y trasciende en medios de comunicación importantes de Estados Unidos y de nuestros mercados, desde luego que afecta en lo que es cancelación de viajes o reservación de alojamiento”, advirtió Molina.
EL UNIVERSAL publicó hace poco que el número de homicidios de extranjeros en México repuntó en esta administración, pasando de 579 en los primeros tres años del sexenio de Enrique Peña Nieto, a mil 347 de 2019 a 2021, indican datos de Inegi.
Sobre el turismo nacional, Molina consideró que hay una visión diferente a la del extranjero, porque no deja de viajar, pero se vuelve más selectivo.
Habrá destinos con mala imagen que hace que la gente ya no quiera ir, y mucho menos con la familia, dijo. A fin de cuentas, hay otros lugares son más seguros.
“Es evidente la necesidad de reforzar la seguridad en los destinos turísticos, en carreteras, todas estas prácticas que hay que afectan al turismo, desde cuestiones que asustan a los visitantes, como bloqueos en casetas, aeropuertos, o cuando quieren tomar un Uber”, destacó Molina.
Se requiere una estrategia integral de seguridad y que en los destinos el sector privado y las autoridades de todos niveles trabajen más coordinados y tomen acciones preventivas, agregó.
Asimismo, Molina estima que hace falta una campaña que hable bien de México en su conjunto, porque la promoción que se realiza es muy fragmentada.