Uno de los cambios a la Ley de Vivienda y el Código Civil que implementó el Gobierno de la Ciudad de México el 22 de agosto es la invitación a los dueños de inmuebles en renta a que registren sus contratos de arrendamiento en el Sistema de Registro de Contratos de Arrendamiento, lo que genera incertidumbre, según expertos del sector.
Según MoradaUno, plataforma dedicada a la renta de inmuebles, el tema genera más desconfianza entre los dueños que la limitante a no incrementar la renta en un porcentaje mayor a la inflación.
Esto debido a que los dueños temen que el registro se utilice con fines de recaudación de impuestos, pues una buena parte de las personas que rentan vivienda no declaran esos ingresos y no pagan los impuestos correspondientes.
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Se calcula que menos de 30% de los arrendadores pagan impuestos por sus ingresos por rentas.
Santiago Morales, CEO de MoradaUno, dijo que en cuanto al costo de la renta, siempre se llega a un acuerdo entre arrendador y arrendatario, por lo que la limitante de no aumentar la renta más allá de la inflación puede aplicar o no, pero lo que más asusta a los caseros es la creación de un sistema que compile todos los contratos de arrendamiento.
“El registro digital de los contratos no han aclarado quién es el responsable ni cómo se va a hacer, y eso tiene un componente de fiscalización como de potencial control de las rentas, que es peligroso porque puede espantar a los propietarios y pueden decidir no poner en renta, mejor venderlo o hacer otra cosa, y eso empeora todavía más la oferta actual”, expuso.
MoradaUno administra más de 25 mil rentas y espera un crecimiento de tres veces en su operación para 2025, superando las 60 mil operaciones.
La empresa colabora con 5 mil asesores inmobiliarios aliados y más de 500 inmobiliarias y franquicias en 12 ciudades del país.
MoradaUno apoya en la renta de inmuebles al resolver problemas de confianza y transparencia, a través de un servicio que evalúa a los inquilinos de acuerdo con su historial crediticio y algoritmos propios de análisis de riesgo para permitirles rentar sin aval ni garantías.