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La escasez de agua en el país ya es factor para los nuevos desarrollos inmobiliarios.
Con esto en mente, en Mérida se construye un complejo de departamentos con un ciclo cerrado de gestión del agua que, en lugar de depender exclusivamente de las fuentes convencionales, implementa un sistema que aprovecha los mantos freáticos e incluye cuatro formas de abastecimiento: agua potable, agua caliente centralizada híbrida-solar, agua purificada para consumo humano y agua tratada.
El desarrollo Infiniti Mérida extrae agua de pozo, la suaviza y transforma en agua potable para su uso en los departamentos. Posteriormente, la procesa en una planta de tratamiento dentro del conjunto habitacional para reutilizarla en inodoros, riego de áreas verdes y un lago artificial.
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Finalmente, es sometida a un tratamiento antes de devolverla limpia al manto freático.
Eitan Feinholz, director de proyectos de Proarquitectura, firma encargada del desarrollo inmobiliario, explicó que el complejo consta de 600 viviendas sin aumentar la presión sobre la red de agua local.
“Esto nos permitió abordar un problema crítico, implementando un sistema que contribuye al cuidado del medio ambiente y asegura un uso más eficiente del recurso hídrico”, afirmó.
El complejo también tiene un sistema de generación de agua potable a partir de la humedad atmosférica con capacidad de mil 512 garrafones a la semana.
“Esto significa que los residentes no tendrán que comprar garrafones ni botellas de plástico.
“Con una llave especial en la tarja de la cocina, tendrán acceso a agua segura, purificada y certificada para su consumo”, detalló Feinholz.
También se construyeron 150 pozos de infiltración, los cuales ayudan a recargar el acuífero y protegen al desarrollo de posibles inundaciones.
El complejo también cuenta con un sistema de caldera central híbrida solar/gas que calienta el agua durante el día para aprovechar la luz solar y mantiene la temperatura mediante el uso termotanques para aprovecharla durante la noche.
“Este sistema opera con 80% de energía solar, generada por paneles solares, y 20% de gas como respaldo.
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“No sólo calienta el agua para regaderas y albercas, sino que también abastece de agua caliente a lavabos, lavadoras y tarjas”, explicó Feinholz.
El proyecto está programado para concluir en 2027 y el costo promedio de un departamento es de 5.9 millones de pesos.
Infiniti Mérida será el primer desarrollo residencial en el país construido bajo la certificación EDGE Carbono Cero, propuesta por el Banco Mundial y el US Green Building Council, comprometiéndose a un ahorro de 60% de energía y 20% en agua.