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El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) llevará a cabo estudios a escala nacional en acuíferos utilizados para el abastecimiento de agua potable, con el fin de detectar niveles de concentración de minerales radiactivos que pudieran estar presentes en el agua que consumen los mexicanos.
El organismo reconoce “deficiencias” de conocimiento de la condición radiológica del recurso hídrico nacional, sobre todo porque la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua, en particular la Red Nacional de Monitoreo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), “no cuenta con personal y laboratorios especializados en la materia”.
En el proyecto de inversión que busca desarrollar este año, adquisición de equipo para el Estudio de Radiactividad en Aguas de Fuentes de Abastecimiento en Acuíferos de la República Mexicana, el ININ subraya que Conagua “requiere conocer el posible riesgo a la población debido a la concentración de elementos radiactivos naturales presentes en pozos de la red de abastecimiento de agua potable”, y esto se logra determinando la presencia de radionúclidos emisores alfa y beta, así como la concentración de radón en agua.
Para ello, el ININ diseña un plan de muestreo de agua subterránea que, determinando las concentraciones de radionúclidos en el agua de consumo, permita establecer el posible riesgo radiológico en la población a causa de la ingestión de radionúclidos en el agua potable.
En el documento elaborado en febrero de este año, plantea que “debido a que la exposición a la radiación en ciertas cantidades puede provocar daños en la salud de la población, es importante conocer si las concentraciones de radionúclidos en el ambiente y sus variaciones podrían repercutir en una exposición significativa a la población”.
Detalla que disponer de agua en cantidad y calidad suficiente para el consumo humano es una de las demandas básicas de la población, pues incide directamente en su salud y en el bienestar en general.
En México, explica, de los 11.96 mil millones de metros cúbicos (m3) de agua utilizados para abastecimiento público, 7.22 mil millones provienen de fuentes subterráneas, distribuidas en 653 acuíferos.
Subraya que, en la actualidad, “está bien documentado que la gran mayoría de los problemas de salud relacionados con el agua se deben a la contaminación por microorganismos y, en mucha menor medida, a la contaminación química. No obstante, también deben tenerse en cuenta los peligros asociados a la presencia en el agua de consumo de radionúclidos, aunque su contribución a la exposición total de radionúclidos es generalmente muy pequeña en situaciones normales”.
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