El nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum tiene el arranque más despetrolizado para las finanzas públicas desde el sexenio de Ernesto Zedillo, pues los ingresos por la venta de crudo son los menores desde que hay registro, muestran cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

De enero a agosto de 2024 han ingresado a las arcas públicas 581 mil millones de pesos por concepto de hidrocarburos de un total de 5 billones 49 mil millones de pesos. Así, el aporte de los es de apenas 13.6%, por debajo del nivel de 19% con el que arrancó el gobierno pasado.

De acuerdo con expertos, esta situación obedece a que Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha debilitado en cuanto a su plataforma de extracción y exportación, así como a la estrategia de que el crudo que se obtenga en yacimientos en México se destine a las refinerías en el territorio nacional, las cuales, por sí mismas, son un negocio que no es rentable en el marco de la política de autosuficiencia energética impulsada en el sexenio pasado.

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Aportación del petroleo al ingreso federal
Aportación del petroleo al ingreso federal

De hecho, la aportación de los ingresos petroleros es la más baja desde 1990, sólo por encima de la reportada en 2020, cuando a causa de la pandemia de Covid-19 esa contribución bajó a 9.9%.

Indefinición

Cabe destacar que en el documento de las propuestas de campaña de la presidenta Sheinbaum, 100 pasos para la transformación, no se menciona explícitamente si se dará continuidad al objetivo de que el país deje de exportar petróleo crudo para atender sólo al Sistema Nacional de Refinación (SNR).

En agosto, México importó en promedio 56% de las gasolinas automotrices y el diesel que consumió la población, de acuerdo con cifras de la petrolera estatal. En el octavo mes de 2024, el país importó 559 mil barriles diarios de gasolinas, diesel y diesel de ultra bajo azufre, mientras que en ese mismo lapso la demanda ascendió a un millón 2 mil barriles por día.

El texto reconoce que las actividades de transporte son el principal consumidor de la energía final, mientras que la demanda de gasolina, diesel, turbosina y otros derivados no deja de incrementarse.

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“Disminuir el consumo de combustibles fósiles exigirá un esfuerzo mayúsculo en la producción de combustibles y electricidad verdes, así como el reemplazo de vehículos convencionales por medios de transporte híbridos y eléctricos, individuales y sobre todo colectivos. De igual forma, el proceso internacional de relocalización de empresas y la participación de México en el T-MEC elevará la demanda de energía limpia”, detalla el documento respecto a la apuesta por las energías limpias.

Pero el actual gobierno apunta que la plataforma de producción deberá situarse en 1.8 millones de barriles, similar al nivel actual, aunque no se precisa si será considerando o no los condensados.

Más incógnitas

El sector de hidrocarburos genera múltiples dudas a especialistas, pues se ignora si se seguirá apoyando a Pemex con aportaciones federales y más condonaciones de impuestos, como ha sucedido desde octubre de 2023.

Esto todavía reduce más la aportación petrolera al erario, limitando los recursos que se pueden invertir en educación, seguridad o salud, dijo Fausto Carbajal Glass, consejero senior de riesgo político y seguridad en Miranda Partners.

Para Gonzalo Monroy, director de la consultora GMEC, los primeros mensajes de la Presidenta han atendido de manera general a lo que quería escuchar su auditorio en el Congreso, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, presente en su toma de posesión, y los simpatizantes de Morena.

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“Se fue por la manzana más fácil de agarrar del árbol, que es hablar de energías renovables. Es un esfuerzo muy ‘queda bien’. Del sector eléctrico habló de alcanzar 45% de generación con energías renovables, que no le va a alcanzar”, dijo Monroy.

“En el caso de Petróleos Mexicanos, ahora tiene una producción menor a 1.5 millones de barriles diarios [sin contar condensados], que es equivalente a lo que se tenía en 1978, y con deuda de 20 mil millones de dólares con proveedores y otra deuda de 100 mil millones de dólares en total. Le tomamos la palabra de retomar la soberanía energética, pero apostar por las refinerías es seguir perdiendo dinero”.

Las finanzas de Pemex enfrentan problemas por las deficiencias en su operación. Tan sólo en el primer semestre de 2024, su brazo refinador perdió 280 mil millones de pesos, contra una ganancia de apenas 7 mil millones de pesos en la filial de Exploración y Producción.

Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, se ha pronunciado al igual que la Presidenta por una meta en producción de 1.8 millones de barriles diarios de crudo y a dar prioridad a la refinación, lo que reduciría los ingresos por exportación de crudo.

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