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Informe de Gobierno... Lo bueno, lo malo y lo feo. ¿Hay quinto malo?

05/09/2017 |02:13
Redacción El Universal
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La entrega del 5to Informe de Gobierno coincidió con las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En su mensaje a la Nación sobre la situación que guarda el país, el Presidente a propósito señaló que es objetivo de México consolidar el TLCAN.

El Informe se organizó a modo de rendir cuentas sobre los avances alcanzados y los retos que aún persisten en el país, de acuerdo con los ejes que se establecieron en el Plan Nacional de Desarrollo.


México en paz. La seguridad, la corrupción y los niveles de violencia son un capítulo pendiente de atender, lo cual tiene efectos sobre la competitividad, por los altos costos que representan en la economía y sus efectos en muchas actividades productivas.

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Si bien se ha trabajado en el fortalecimiento del Sistema Nacional de Alertas, la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, y el impulso al Sistema de Justicia Penal Acusatorio, quedan pendientes cómo generar confiabilidad para evitar más casos de peculado, corrupción y enriquecimiento ilícito y el combate al crimen organizado.

México incluyente. Destaca que, en el combate a la pobreza, según el último estudio de CONEVAL, en 2016 había 53.4 millones de personas en dicha situación, contra 53.3 millones en 2012; sin embargo, al comparar con 2012 hay una ligera mejoría porque en ese año se registraron 55.3 millones de habitantes, lo cierto es que los niveles siguen siendo elevados y no se puede ser triunfalistas ante esta situación.

México con educación de calidad. Destacan los avances en el nuevo modelo educativo que ha evaluado a más de un millón de maestros y que contempla una estrategia nacional de inglés, que vislumbra el dominio de este idioma en dos décadas.


Por otro lado, para lograr un país competitivo a nivel internacional, se requiere de estándares de educación que se alineen a las nuevas tecnologías y un acierto de este último año fue la implementación del Programa @prende 2.0 que busca la inclusión de las TIC´s en las aulas, así como potenciar las habilidades digitales de los jóvenes.

México próspero. Datos del Inegi muestran que el crecimiento promedio del PIB en el sexenio es de 2.3%, superior a 1.5% observado en el mismo periodo de la pasada administración. Las exportaciones suman 1.7 billones de dólares y aumentaron en 36.5%. En materia de empleos formales, datos del IMSS señalan que de diciembre de 2012 a julio de este año se generaron 3.11 millones de plazas, dato superior a cualquier otro sexenio.

Estas cifras nos hablan de los aspectos más positivos de la economía, pero hay otros como la inflación que luego de registrar niveles de 3.57% al inicio del sexenio pasó a 6.44% a julio de este año. Además, la deuda pública ha aumentado a una velocidad que preocupa, pasó de 37.7% como porcentaje del PIB a 50.1% al cierre del año anterior de acuerdo con datos de la SHCP.

Una elevada inflación afecta en el poder adquisitivo de las familias y en el consumo; la deuda implica costos financieros y ajustes en el presupuesto, en un momento donde no se descartan recortes al gasto y se requiere lograr la consolidación fiscal.

México con responsabilidad global. El Brexit en Europa y el gobierno del presidente Trump en Estados Unidos han reorientado las prioridades en materia de política exterior: fortalecer la presencia de México en el mundo y construir una nueva etapa de dialogo con EU que atraviesa por la renegociación del TLCAN y los esfuerzos conjuntos en materia de migración, tráfico ilícito de drogas y armas así como el combate al crimen organizado, sin poner en riesgo la soberanía nacional ni los intereses como país.

En estos cinco años, las reformas estructurales y el combate a la pobreza, son los claro obscuros del país. Este gobierno instrumentó las reformas más importantes de los últimos años: telecomunicaciones, energética, fiscal, educativa y financiera. Si bien hay resultados, se requiere que estos cambios maduren a todo su potencial para ver sus efectos y beneficios.

México está obligado a reflexionar sobre un proyecto de país, mirar más allá de un sexenio, aprender de nuestros errores, empezar a trabajar y forjarnos un mejor porvenir o en palabras del propio Presidente: “El futuro es incierto, pero sabemos a dónde queremos llegar. El pasado es conocido, y por eso sabemos qué debemos evitar”.

El último año del actual gobierno y la siguiente administración deben procurar la continuidad de proyectos como el nuevo aeropuerto, las Zonas Económicas Especiales, las reformas, pero también deben posicionar a México en el terreno de productividad, innovación y tecnología, acabar con la corrupción y reducir la pobreza significativamente. Un crecimiento económico de 2.3% es bueno, pero no suficiente.

Vicepresidente de Consultores Internacionales S.C.

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