La economía mexicana seguirá su marcha en 2024 pero a un menor ritmo, con el reto de reducir la inflación y las tasas de interés, a la par de un elevado déficit fiscal y gran incertidumbre ante los procesos electorales en México y Estados Unidos, advirtieron especialistas a EL UNIVERSAL.
Se estima que el crecimiento económico será de alrededor de 2.3% el próximo año, tasa inferior a la de 3.4% con la que se espera cerrar 2023, de acuerdo con expectativas de expertos consultados por CitiBanamex.
La moderación está sustentada en tres ejes, lo que tiene que ver con un menor dinamismo del consumo, cuya debilidad seguramente se va a mantener en los próximos meses, comentó James Salazar, subdirector de análisis económico y sectorial de CI Banco.
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Si bien reconoció que las tasas de interés y la inflación tenderán a bajar, se van a mantener elevadas. El acumulado del alza de precios en los últimos tres años es de 20%, lo que ha mermado el consumo privado, mientras que se prevé que la tasa de interés de referencia pase de 11.25% a 9.75%.
El segundo rubro se explica por la obra pública, dijo Salazar. El proceso de la relocalización (nearshoring) va a seguir impulsando la inversión, pero el agotamiento del gasto en proyectos emblemáticos y el elevado déficit público afectará el ritmo de la actividad económica.
“Conforme se vayan concluyendo los megaproyectos como el Tren Maya, no sabemos si vamos a ver que este impulso a la inversión continúe, y también si esa inversión pública es rentable”, dijo Adriana García, coordinadora de análisis del colectivo México, ¿cómo vamos?
El tercer elemento de la desaceleración son las exportaciones, que han estado estancadas en términos anuales en los últimos meses, algo que se puede acentuar en 2024 por la moderación del crecimiento en Estados Unidos, agregó Salazar.
Desafío por carestía
Pese al menor dinamismo, la economía seguirá fuerte, con un crecimiento por arriba del promedio de 2% registrado en los últimos 30 años, afirmó Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa. El nivel de precios deberá bajar, pero advirtió que el reto económico más importante será que ese proceso desinflacionario se concrete.
Habrá un gasto público dinámico, con un alto déficit impulsado por el tema electoral, complicando la tarea al banco central. El reto será afinar la política monetaria de manera correcta para no correr el riesgo de que la inflación se quede arriba, destacó Muñiz.
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El especialista estima que la inflación general va a cerrar 2024 en 3.8%, pero no estará exenta de riesgos por la presión de demanda y el aumento de los salarios.
El cisne negro
En materia económica, los inversionistas están más preocupados de lo que pase en México como reflejo de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, dijo Muñiz.
“En términos electorales es muy importante México y lo que pase en el Congreso, pero lo que nos puede romper el esquema es si gana Donald Trump. Ahí si nos cambia todo. El mercado ni nosotros estamos incorporando el escenario de que gane Trump”, expresó.
La buena noticia es que los inversionistas ya lo conocen, y cada anuncio que hizo en el pasado se tomó muy en serio por el mercado, pero la realidad es que muchas de esas amenazas terminaron siendo poco creíbles, comentó Salazar.
Estima que amenazaría al país de nueva cuenta vía el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), porque hay que recordar que habrá revisión de ese acuerdo en 2026.
Sin duda, acarrearía importantes retos en materia migratoria y de seguridad nacional, pero la integración de México, Estados Unidos y Canadá va más allá de un periodo presidencial, destacó García.
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Elecciones locales
En opinión de Salazar, el proceso electoral en México provocará dos fuerzas contrarias, una para un mayor gasto público, visto en el Paquete Económico 2024, donde hay más recursos a programas sociales, lo que se puede convertir en un aliciente para la actividad económica.
El problema es del lado del sector privado, dijo, pues suele operar con cautela y posterga muchos de sus programas y proyectos, a la espera de saber quién ganará, conocer los nuevos integrantes del gabinete y los programas públicos sectoriales. Una vez que haya más claridad, el sector privado empezaría a realizar sus actividades, destalló el especialista.
Muñiz llamó la atención de que, más allá de la elección presidencial, está por verse el impacto de que Morena alcance la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, porque eso abriría la puerta a cambios constitucionales.