La inflación en México sigue sin ceder y volvió a superar las expectativas de los analistas.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor tuvo un incremento de 5.75% en la primera mitad de julio respecto al mismo periodo del año anterior, acumulando siete quincenas arriba de 5.70%, lo que comienza a impactar sobre las expectativas del indicador a largo plazo.
El resultado se debió a los mayores precios de productos de consumo básico en hogares, como gas doméstico LP y tortillas de maíz, así como de loncherías, fondas, torterías y taquerías, de acuerdo con cifras del Inegi.
Sin embargo, analistas reconocieron que la inflación subyacente, que no incluye bienes y servicios de alta volatilidad preocupa más. En el periodo en cuestión tuvo variación de 0.31% quincenal y de 4.64% anual.
A través de su cuenta de Twitter, el subgobernador de Banco de México, Jonathan Heath, expresó que la noticia de la inflación fue mala. “La tasa subyacente de la primera quincena de julio es la más elevada para una quincena similar desde 1999”.
El analista económico de Monex, Daniel Arias, consideró que el desempeño de este componente de la inflación es el factor que más preocupa, pues en ocho de las 13 quincenas que van del año ha sorprendido al alza asestando alguno de sus niveles más altos en el registro histórico.
Golpe al bolsillo
El Inegi dio a conocer que los genéricos que más incidieron en la inflación en la primera mitad de julio fueron gas doméstico LP, con un alza de 4.01%; tortilla de maíz, 1.54%; loncherías, fondas, torterías y taquerías, 0.48%; cebolla, 12.25%; carne de res, 0.72%; restaurantes y similares, 0.52%; automóviles, 0.69%; servicios turísticos en paquete, 4.05%; refrescos envasados, 0.56%, y calabacita, 15.94%.
En un análisis, Grupo Base espera que continúen las presiones inflacionarias debido a la reactivación económica, los cuellos de botella en centros de logística, la escasez de productos a escala global y a las mayores cotizaciones internacionales de commodities.
Por esa razón, la institución ajustó a 5.7% la proyección de inflación al cierre del año, lo que refleja “una mayor claridad de las presiones sobre el indicador”.