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Conocida como el impuesto de los pobres por dañar más a quienes menos tienen, la inflación se comió el ingreso por remesas que recibieron las familias mexicanas.
Estas transferencias alcanzaron un récord de 4 mil 152 millones de dólares en marzo pasado, lo que implicó una expansión nominal de 2.6% con relación al mismo mes de 2020, de acuerdo con cifras que el Banco de México dio a conocer este lunes.
Sin embargo, convertidas a pesos y descontando la inflación, las remesas familiares equivalieron a 86 mil 174 millones y significa una disminución de 9% en comparación con marzo del año pasado.
Se trata de la primera disminución real en pesos de los últimos 15 meses y, además, fue la peor caída en más de tres años, desde enero de 2018, cuando se redujeron 11.6%.
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Las remesas perdieron poder adquisitivo debido a la mayor inflación , pues el dólar subió 2.2% durante marzo y alcanzó su mayor precio en cinco meses.
En cambio, la inflación llegó a 4.7% en marzo y fue su nivel más alto desde diciembre de 2018, muestran cifras del Inegi.
El llamado impuesto de los pobres continuó subiendo y en las primeras dos semanas de abril alcanzó su mayor registro desde finales de 2017.
Analistas de CitiBanamex anticipan que el flujo de remesas acumulará un crecimiento nominal de 8% en dólares durante este año, lo que implica un avance importante en el flujo de divisas.
Sin embargo, calculan que, como soporte al ingreso familiar, las remesas darán un apoyo adicional nulo. Incluso, estiman que en pesos reales será marginalmente negativo durante 2021.
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Para el Banco Mundial, las remesas son una fuente importante de ingreso para los hogares receptores, lo que conlleva el incremento de su capacidad de consumo y ahorro, reflejándose en mejora en su nivel de vida.
La institución considera que las remesas tienen un alto potencial para incidir en la disminución de la pobreza y en la desigualdad del ingreso.
Sólo detrás de China e India, México ocupó el tercer lugar en el mundo entre los países receptores de remesas y el primer puesto en América.
El año pasado, las remesas representaron la segunda principal fuente de dólares para el país, sólo después de las exportaciones manufactureras, pero por arriba de la Inversión Extranjera Directa, las exportaciones petroleras y los ingresos por turismo.
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