Nos cuentan que ante la carestía que hay en el país, que además de encarecer la canasta básica, en días recientes también afectó a los refrescos, botanas, cervezas, y ni qué decir de los menús de los restaurantes, este 19 de junio el festejo del Día del Padre puede ser bastante austero respecto a ediciones anteriores. Nos recuerdan que, si bien esta celebración está muy lejos de la gran derrama económica que tienen otros festejos, como el Día de las Madres, marca el inicio de las ventas de vacaciones de verano, que hasta el momento mantienen una buena expectativa en medio de la recuperación de la pandemia de Covid-19. Habrá que ver qué tanto las familias se han vuelto más previsoras en México, ya que se anticipan más alzas de precios, algo que ya se refleja en mayor endeudamiento y menos ahorro.
Constancia fiscal: ausencia de sindicatos
Nos dicen que los sindicatos brillaron por su ausencia en medio del caos que se generó por la constancia fiscal, pues dejaron solos a sus trabajadores. Ninguna organización sindical salió a solicitar una prórroga ni a proponer alguna solución, como lo hizo el gremio de la contaduría organizada en el país. Estuvieron ausentes sindicatos de empresas privadas y del sector público, pues la obligación de actualizar la constancia fiscal para cumplir con el llenado de la factura de nómina 4.0 incluye a empleados de los gobiernos federal, estatales y municipales. No se vio para nada ni se escuchó al senador Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, ni a Francisco Hernández Juárez, del sindicato de Telefonistas, ni al del sindicato petrolero, Ricardo Aldana.
Nuevas normas enfrentan dificultades
La Secretaría de Economía se está especializando en emitir normas controvertidas, nos dicen. Un ejemplo es la Norma Oficial Mexicana de condiciones físico-mecánicas de los autos, lo que hasta provocó un jalón de orejas a la secretaría Tatiana Clouthier, por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador. En otro caso, la iniciativa privada logró que se adecuara el proyecto que se lanzó a fines de 2021, por el cual se iba a fijar la normatividad para productos de trigo y de maíz, es decir, tortillas, tostadas, cereales, pan y galletas, entre otros. Esta idea causó un gran alboroto entre los productores de harina de trigo y de maíz, porque los iban a juntar en una sola NOM. Luego de un jaloneo durante la consulta pública, la Secretaría de Economía cedió y aceptó la NOM-187-SSA1/SE-2021.
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