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Madrid.— El crecimiento económico de México se reduciría en 2023, en línea con la desaceleración global, mientras que la inflación caerá lentamente y las tasas de interés van a seguir elevadas, estimaron analistas de Santander.
Desde su punto de vista, los riesgos que prevalecen son la desaceleración de la economía de Estados Unidos, ya que podría ser más aguda de lo esperado actualmente, mientras que la inflación amenaza con ser más persistente de lo previsto, conduciendo a aumentos de las tasas de interés mayores a lo anticipado.
En tanto, los episodios de volatilidad financiera global pueden aumentar en frecuencia e intensidad, de modo que el entorno institucional doméstico podría deteriorarse, afectando la inversión. Sin embargo, prevalece la oportunidad de captar inversiones a partir del fenómeno de relocalización de empresas, que ya ocurre en el norte del país.
“Si visitas el norte de México, Ciudad Juárez, Tijuana, prácticamente esas localidades se están viendo favorecidas por esta movilidad de las cadenas de producción. Lo que los clientes nos dicen es que no hay bodegas o plantas disponibles, incluso hay interés para acelerar el financiamiento de parques industriales y aprovechar esta oportunidad”, dijo el economista en jefe para México de Santander, Rodrigo Brand.
Con excepción de Brasil, las principales economías de América Latina están llegando al punto más alto en el camino alcista de sus tasas de interés. En promedio, la región inició nueve meses antes el incremento de intereses como medida contra la inflación, de modo que ahora se enfilan al momento de “enfriamiento” de sus economías.
“La inflación debería comenzar a dar signos claros de desaceleración en la segunda mitad de 2023 en la mayoría de las geografías. Latinoamérica parte con buenos fundamentales y bancos centrales que han ganado reputación, en un entorno más desafiante”, señaló el economista en jefe de Santander, Juan Cerruti.
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