La inflación en los primeros seis meses del año se ubicó en 3.43%, la tasa acumulada más alta para un periodo similar desde 2000, cuando se ubicó en 4.39%, de acuerdo con datos del Inegi.
Entre los genéricos cuya alza de precios contribuyó más al repunte de la inflación destaca el gas licuado de petróleo (LP), con un incremento de 20.56% de diciembre de 2020 a junio de 2021; así como las gasolinas de bajo y alto octanaje, con alzas de 20.42% y 14.13%, respectivamente.
De esta forma, el grupo de los productos energéticos alcanzó un aumento en el periodo de 6.25%, la cifra más alta en 25 años, desde 1996.
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Otros bienes y servicios cuya alza de precios y tarifas impulsó el incremento general fueron la naranja, con un alza de 56.87% en el primer semestre del año; aguacate, 50.10%; jitomate, 25.13%; transporte aéreo, 44.36%; aceites y grasas vegetales comestibles, 15.33%; carne de cerdo, 11.59%, y pollo, 9.23%.
Analistas prevén que la inflación podría desacelerarse en el tercer trimestre, pero se mantendría en niveles relativamente elevados al cierre de 2021.
Además, el panorama para la variable es altamente incierto y con riesgos sesgados al alza.
Ante ello, no se descarta otra alza en la tasa objetivo por parte del Banco de México en lo que resta de 2021.
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Dinámica de precios
El Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un aumento de 0.53% en junio respecto al mes previo. Con este resultado, la inflación general anual alcanzó una variación de 5.88%, ligeramente inferior al nivel de 5.89% reportado en mayo.
“El resultado constituye el cuarto mes consecutivo en que la inflación se ubica fuera del rango objetivo de Banxico y confirma una desviación importante respecto al escenario estimado en el último Informe Trimestral.
“Así, la acumulación de sorpresas alcistas ha provocado que la inflación se estabilice en niveles impensados, lo que probablemente fue el factor decisivo detrás de la sorpresiva alza en la tasa de referencia”, comentó Daniel Arias, analista de Monex.
El índice de precios subyacente, que no incluye los bienes y servicios, cuya alza de precios es muy volátil, tuvo un incremento mensual de 0.57% y anual de 4.58%, acelerándose por séptimo mes consecutivo, para tocar su mayor nivel desde fines de 2017.
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Además del empuje de las mercancías, la inflación subyacente se vio afectada por alzas en los precios de otros servicios, entre los que destacan los aumentos en los precios de loncherías, fondas, torterías y taquerías; así como del transporte aéreo.
Por su parte, el índice de precios no subyacente presentó un alza de 0.42% mensual y de 10.00% anual y, a diferencia del subyacente, se trató de su segundo mes a la baja.
A su interior, las presiones provinieron casi exclusivamente de los energéticos, en particular del gas doméstico LP.
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