La inflación en la primera quincena de septiembre repuntó por arriba de lo esperado por los especialistas, impulsada por el alza en los precios del gas doméstico LP, gasolina, jitomate y cebolla, de acuerdo con el Inegi.
En la primera mitad de este mes, el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró un crecimiento de 0.42% respecto a la quincena inmediata anterior, el incremento más fuerte para dicho periodo desde 2016.
Producto de ello, la inflación anual se ubicó en 5.87%, tasa superior a la de 5.60% reportada en la segunda quincena del mes pasado, ubicándose en el nivel más alto desde la primera quincena de junio anterior.
El comportamiento de precios sigue reflejando diversos choques de oferta (altos precios de materias primas y desabasto de insumos), que pudieron agudizarse con el último rebrote mundial de contagios de Covid-19, comentó Alejandro Saldaña, analista económico de Ve por Más.
Entre los bienes y servicios cuya alza de precios incidió más en la inflación figuran el jitomate, con incremento quincenal de 11.94%; gas doméstico LP, 2.26%; cebolla, 16.02%; gasolina de bajo octanaje, 0.38%; refrescos envasados, 0.74%; aceites y grasas vegetales comestibles, 3.0%; leche pasteurizada fresca, 0.86%; ejotes, 37.11%; colegiaturas de primaria, 2.30%, y autos, 0.64%.
Por estados, los que reportaron los mayores incrementos en su nivel general de precios fueron Morelos, con un alza quincenal de 0.81%; Campeche, 0.77%; Nayarit, 0.67%; Yucatán, 0.62%, y el Estado de México, con 0.59%.
En tanto, las entidades con menor inflación en la primera mitad de septiembre fueron Quintana Roo y Michoacán, en ambos casos con un aumento de 0.18%; Colima, 19%; Tabasco, 20%, y Guerrero, 0.24%.
Entre los riesgos que podrían retrasar la desaceleración de la inflación, Alejandro Saldaña, de Ve por Más, señaló la posibilidad de que los cuellos de botella en la industria mundial tarden más en ser solucionados, así como factores climáticos que presionen los precios de productos agropecuarios y episodios de depreciación cambiaria derivados del inicio de la normalización de la política monetaria en Estados Unidos.
En un entorno de elevada inflación e incertidumbre económica, el especialista dijo que espera al menos un alza adicional en la tasa objetivo del Banco de México (Banxico) antes de que termine el año, con la finalidad de consolidar el anclaje en las expectativas de precios.