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En México hace falta la medición de una serie de fenómenos como la satisfacción de los derechos humanos, que impone retos para cerrar la brecha técnica y metodológica en la generación de diversas estadísticas, consideró el presidente del Inegi, Julio Santaella.
Como ejemplo mencionó que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024 que envió el titular del Ejecutivo a la Cámara de Diputados para su aprobación tiene un enfoque muy fuerte sobre la satisfacción de derechos humanos.
“Esa es un área en la que debemos de tener conciencia y claridad de cómo podemos medir la atención de los derechos humanos, desde un punto de vista estadístico”, consideró el funcionario durante su participación en el conversatorio: ¿A quién le importa saber? La economía política de la capacidad estadística en América Latina.
Durante el evento organizado por el Colegio de México (Colmex) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también se refirió a también a la brecha operativa en el mundo y en el país, por la transparencia de los métodos que se tienen que aplicar y la idea clara de la información que se va a levantar.
Señaló que desde 1921 se levanta el censo de población y vivienda, pero se requiere capacidad de ejecución para llevar a cabo un operativo que levante esa información.
Mencionó experiencias en América Latina como en Perú, Colombia y en Chile, en donde han habido varias dificultades.
Al referirse al censo, estableció que a pesar de que es un cuestionario sencillo metodológicamente, con mucho consenso, implica el esfuerzo de contratar a 200 mil personas para recorrer 2 millones de kilómetros cuadrados del país, identificar 45 millones de viviendas y poder obtener la información de 128 millones de residentes habituales en México.
“Ese es un reto operativo muy importante”, destacó Santaella.
Como el agua. Por su parte, el especialista líder en Modernización del Estado en el BID, José Antonio Mejía Guerra, dijo que la información es como el agua, ya que pensamos en ella cuando nos falta o es de mala calidad.
Sin embargo, advirtió que así como detrás de la llave de agua hay infraestructura, la hay en la estadística, y requiere mantenimiento para que sea de buena calidad.
Por eso consideró que los usuarios son clave en la demanda de información estadística oficial con una base sólida.
Es necesario, agregó, que exista una masa que pueda quejarse cuando no haya o que reclame cuando existan cambios o “dolientes dispuestos a llorar cuando las cosas vayan mal”.
Con ello, el funcionario del BID recomendó que debería haber tanto manifestaciones de apoyo o ataque, así como jubilosas.
Se requiere promover una cultura estadística que impulse la creación de una masa crítica de usuarios fuera del gobierno, sugirió, además de incorporar nuevas tecnologías e innovaciones.
El profesor del Colmex, Manuel Ordorica, dijo que hace falta cultura matemática y que la reforma educativa debe tomarlo en cuenta.
El subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, realizó comentarios y reflexiones a título personal sobre la importancia de generar estadísticas confiables con instituciones con recursos financieros y autonomía, elementos que, afirmó, subyacen en el Inegi.