En la pasarela ante la Comisión de Presupuesto que preside Alfonso Ramírez Cuéllar, de Morena, nos dicen que en este miércoles acudieron a la Cámara de Diputados los organismos autónomos para defender el nivel de gasto que quieren manejar para el próximo año. Nos cuentan que a quienes les tocó mala suerte fue a los del Inegi, encabezados por su presidente Julio Santaella, porque precisamente cuando les tocaba su turno, se armó la gresca en el Pleno de San Lázaro por culpa de una iniciativa sobre las facultades de la unidad antilavado de la Secretaría de Hacienda, a cargo de Santiago Nieto, en materia de extinción de dominio. Nos dicen que Santaella y su equipo se vieron obligados a esperar casi cuatro horas para poder exponer sus argumentos. Como en el cine, se la pasaron comiendo cacahuates y viendo en pantalla el desarrollo de la atropellada sesión, pues no se podían retirar debido a lo delicado del tema que iban a tratar.
Nos dicen que después de tantas reuniones, parece que el próximo martes será el día en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y el sector privado definan cuáles serán los proyectos de infraestructura física que se van a impulsar en el sexenio, y en cuáles habrá una combinación de inversión pública y privada. La cifra que maneja el empresariado es que hay mil 600 proyectos de interés para ambas partes, tanto para continuar las obras, como para nuevos proyectos. El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelín, dijo que están terminando de armar el paquete y que cada vez hay más proyectos que demuestran ser necesarios, pero la idea es definir el plan la próxima semana. La fecha concuerda con lo dicho por el Presidente, quien también planteó el martes próximo como fecha para dar a conocer el listado.
Dada la concentración de exportaciones automotrices al vecino del norte, esa industria sigue a la expectativa de la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues nos cuentan que hay inversiones en vilo no sólo para el sector, sino también para otras ramas, y en cuanto se avale reforzarán sus operaciones en el país. En tanto, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, que preside Eduardo Solís, espera que el T-MEC se ratifique en las próximas tres semanas. Además de ese tema, ya no tiene grandes pendientes en cuanto a tratados, pues con Brasil se está negociando una nueva regla de origen para el Acuerdo de Complementación Económica (ACE 55), pero el libre comercio ya está resuelto. En el caso de la Alianza del Pacífico surgió la idea de incorporar miembros, pero una cláusula ordena que si se suma un nuevo país, deberá tener un tratado de libre comercio bilateral con los demás miembros, hecho que no ha ocurrido, nos dicen.
El 12 de noviembre Disney lanzará un servicio “directo al consumidor”, pues no será necesario contratarlo a través de TV de paga, sino por medio de internet con dispositivos como Apple TV, Google Chromecast, y Roku. Se trata de uno de los mayores temores que tenían las empresas de televisión restringida en México, pues ahora los suscriptores pueden acceder a contenidos de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars y National Geographic pagando alrededor de 180 pesos mensuales o mil 700 pesos al año. Sin embargo, la empresa estadounidense todavía no lanzará este sistema digital en el país. Disney se fijó un plazo de dos años para hacerlo en México y naciones distintas a Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. En el país, Disney todavía no cumple con uno de los requisitos que le impuso el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que preside Gabriel Contreras, para lograr su fusión con Fox. El pendiente es vender los canales de Fox Sports, los cuales no salen ni en rifa, nos comentan.